Directo a la mandíbula, sin vueltas… sí, claro que te podés cansar de viajar después de un tiempo, en especial si lo hacés por un período largo. Incluso la foto que tan inspiradora parece tiene un detrás de escena: ¡cocos fue lo único que tuvimos para comer durante tres días! Sí, eso también te puede cansar.
No pienses que todo va a ser días soleados, mochileros felices y atardeceres en la playa alrededor de un fogón cantando «Imagine» y «Everybody» de los Back Street Boys. En algún momento seguramente llegues al dilema que casi todos los viajeros tienen: te sentís con ganas de seguir viajando, pero a la vez estás cansado de moverte sin parar. ¿Entonces?

Dani empacada en China
Primero partamos de la base de ponernos de acuerdo en cuánto tiempo debería durar el viaje que consideremos “largo”. Si hablamos con un japonés que se toma máximo una semana al año para no ser desleal con la empresa, entonces un viaje de dos semanas ya parecería una vida, pero para vos que estás planeando estar varios meses “haciendo nada”, como piensan muchos, o que ya gastaste más suela que Forest Gump, quince días sigue siendo un tentempié. Hablemos entonces de los viajes en los que por cinco, seis meses, un año o más, estás constantemente cambiado de entorno, despidiéndote de gente, armando y desarmando la mochila y pasás por más camas que (se me ocurren varias ideas…) peregrino haciendo todas las rutas del Camino de Santiago.
Así empezás
Arrancás el viaje con un pico de excitación altísimo. Vas a estar dos días en Bangkok y anotaste para ver diez templos, cuatro palacios, tres mercados y varias experiencias “imperdibles” como hacerte masajes o ir a ver a los viejos borrachos buscando prostitutas en Cow Boy Street.
Todos los atractivos te llaman la atención, todas las incomodidades las tomás como parte de la aventura, te frenás a charlar con cada uno de los viajeros que cruzás, la vendedora que te cobra el doble por verte la cara de turista te cae simpática y la mochila no te pesa, te sustenta. No importa el calor, ni la lluvia… nadie te puede parar, sos más súper que Alex Supertramp (hasta que llegó a Alaska al menos).
Ya lo decidiste: “¡Voy a vivir viajando! ¡Ea ea pepé!”.

¡No me para nadieeee!
Unos meses después…
Pasan unos meses y empezás a sacar el pie del acelerador. Ya no marcás todos los museos en el mapa, no te levantás más a las seis de la mañana para aprovechar al máximo el día, la logística del viaje ya no es tan divertida como al principio (cómo vas a llegar al próximo destino, dónde vas a dormir, averiguar sobre la visa del siguiente país, etc.) y dejás de hablarle a todo el hostel. No te estás volviendo antisocial ni es el síntoma del envejecimiento, sólo que el viaje se está transformando en parte de tu normalidad, y nadie vive corriendo de museo en templo, sacando fotos, durmiendo cinco horas, y subiéndose a un bus para repetir lo mismo en la próxima ciudad, todo esto mientras manda mails avisando que está sano, busca información y se rasca las ronchas de las chinches que había en la cama porque se quedó en el lugar más barato (después de preguntar el precio en todas las opciones viables, claro). Ah, y la mochila ya te empieza a molestar, y te enojás con la que te cobra de más, y no mandás mails tan seguido tampoco, total ya saben que estás bien y encima los últimos te los respondió nadie más que tu mamá.
No estás del todo decidido: “¿soy yo o el destino? Hmmmmm, eeeeh…”.

¿Soy yo o el destino?
El claro síntoma
Meses más tarde… o semanas… o días…
Tirás la mochila en la pieza y te recostás en la cama. El que tenés al lado ronca (siempre hay uno en todo dormi), lo odiás. No sacás la guía para ver qué hacer en la ciudad. Le preguntás al dueño del hostel que te recomiende algún lugar para probar comida local y salís a la calle (si es que hay dueño del hostel, si no salís sin planes). Durante el día caminás sin rumbo, sacás pocas fotos y si está dentro del radio caminable te das una vuelta por alguno de los atractivos “imperdibles”, un templo de la dinastía Fresco y Batata que atesora un cofre con un pelo de Buda. Pfff, ya viste cincuenta templos iguales, de imperdible no tiene nada, y encima quieren que les dejes donaciones para preservar el tesoro. Volvés al hostel.
En el dormi hay un taiwanés que recién empieza a viajar y quiere que le cuentes TODO de tu viaje. Cuándo saliste; qué visitaste en cada lugar, porque el también piensa ir; cuánto te costó cada visa; que le hagas una lista de los platos imperdibles de cada país; presupuesto estimado por día; qué llevar en la mochila… y no para. Ah, y qué te parece salir a tomar algo con él para que te pueda seguir preguntando… “No, andá solo”. Bueno, no sos tan directo, pero llegaste al punto en el que estás cansado de contar tu viaje. Ya repetiste lo mismo más veces que cuando tratabas de memorizar las tablas en la primaria, en español, inglés, jeringoso y hasta en señas. Pensaste que este momento nunca iba a llegar, con lo que te gustaba compartir tu viaje con todos, pero llegó. Es cuando pensás “taiwanés, haceme el favor, date vuelta y andá a preguntarle a otro”, que tu cuerpo te está dando señales de que el viaje largo te cansó.
Ahora te quedó claro: “Soy yo…. y el taiwanés… y el que ronca”.

Podés sentir que todos quieren hablar con vos… pero vos no querés hablar con nadie
No te sientas mal, viajar como mochilero, en un punto, cansa. A algunos los cansa al poco tiempo de empezar, porque nunca habían viajado de esta manera y se dan cuenta que no es todo tan divertido como vieron en la película Eurotrip, y a otros los agota después de varios meses sin respiro. Es parte del proceso de todo viaje largo. No lo pudiste evitar, porque nadie regula su viaje como lo hace un maratonista o un remero para dividir sus energías. Cuando empezaste tenías toda la emoción acumulada como para ir más tranquilo, y es lógico que ahora estés… digamos… erosionado.
Tranquilo, no sos el único
Ahora mismo estamos trabajando a cambio de alojamiento y comida en un hostel de Seúl. Alojándose hay dos tipos de huéspedes bien distintos: los que se quedan por unos días y los que están hace más de un par de semanas. Sus intereses también son antagónicos. Los primeros hacen el check-in y, sin llegar a la habitación, nos preguntan qué pueden hacer en la ciudad. Todos los días nos cuentan los lugares que visitaron y nos piden recomendaciones para el día siguiente. Hasta el momento todos estos fueron viajeros en vacaciones cortas (máximo un mes).
Los que están hace más tiempo nunca nos preguntaron por atractivos, y a pesar de que algunos ya lo toman como su segundo hogar, cubrieron mucho menos terreno geográfico que los primeros. ¿Les importa? No. ¿Están dejando lo mejor para el final? Tampoco.
Cuando los que recién llegan y los semi-instalados se unen en el sector común del hostel, las conversaciones suelen ser parecidas. Los primeros se asombran al escuchar el tiempo que llevan en Seúl, después les preguntan (y nos preguntan) cuál es la razón y, haciendo una proporción tiempo/lugares visitados, asumen que conocen toda la ciudad como para recomendarles lo que la Lonely Planet no dice. Pero… ¡sorpresa! Los semi-instalados les pueden contar bastante del comportamiento de los seulitas, de la comida y ayudarlos a encontrar dónde comprar lo que necesitan, pero no pueden aportar mucho en cuanto a atractivos turísticos. ¿Qué estuvieron haciendo todo este tiempo entonces? Justamente no-visitando atractivos, cansados de moverse todos los días y con ganas de un poco de sedentarismo.
No es casualidad que todos los viajeros que conocemos que llevan un largo tiempo en ruta se muevan mucho más lento que los otros, en especial los que no tienen fecha estipulada regreso, ya que no sienten la presión de que el tiempo se les termina y no llegaron a ver todo lo que hubiesen querido.

Los semi-instalados del hostel de Seúl festejando Halloween
¿Solución?
¡TENEMOS LA SOLUCIÓN MÁGICA PARA TODOS TUS PROBLEMAS! TESTEADO POR MILES DE VIAJEROS ALREDEDOR DEL MUNDO CON UN 99.9% DE EFICACIA. IVAN DE PINEDA LO PROBÓ Y DIJO… “Esto es mágico, ¡soy el viajero más feliz del globo nuevamente!”

Buscando el rumbo…
Noooo, no no no… este no es un problema matemático, por lo que no hay solución que te vaya a dar un resultado exacto. Perdón por ilusionarte, pero las sensaciones que estás experimentando son únicamente tuyas. Nosotros te compartimos cuál es nuestra aproximación en esos tiempos en que nos cansamos de movernos incesantemente. Quizás sea lo que estás buscando (como Iván de Pineda) o quizás necesites algo distinto. Estamos hablando siempre y cuando no hayas perdido el wanderlust.
Primero que nada, hace tiempo que viajamos mucho más lento y somos más flexibles. En los lugares que antes nos quedábamos tres o cuatro días como máximo, ahora quizás pasamos una semana. No hay regla fija con esto, si llegamos a una ciudad y nos gusta, nos quedamos hasta que sentimos ganas de seguir. Si no estamos cómodos, nos vamos. Desde ya que siempre adaptándonos al tiempo que la visa nos permita estar en el país.
Lo que empezamos a implementar en Eliminando Fronteras, es la opción de conseguir un trabajo temporal a cambio de alojamiento en los lugares que nos gustan, o en los que no conocemos pero nos dan un buen presentimiento o alguien nos lo recomendó. Para esto no hace falta que te limites a Help X o Wwoofing, dos redes donde pagás una suscripción para poder contactar a gente que ofrece trabajos. De hecho, ninguno de los lugares donde nos quedamos fueron por medio de estas páginas.
Preparamos un mail donde contamos un resumen de nuestra experiencia viajando y haciendo trabajos similares, con un link a nuestro perfil de Couchsurfing para que vean que somos de confianza y el video (en inglés) que pueden ver en la barra lateral derecha del blog, como para dar un golpe emotivo final. Entramos a booking.com o hostelworld, y nos contactamos con todos los hostels y hoteles (simples, porque los caros tienen muchas reglas y personal suficiente) del lugar en el que queremos pasar un tiempo, ofreciéndonos a ayudar a cambio de una habitación doble. A veces también nos pagan como para gastos básicos o nos dan comida, pero no siempre, así que buscamos el que más nos convenga en relación a las horas que tenemos que trabajar. Obviamente que en las ciudades o lugares más turísticos las chances de conseguir algún lugar donde quedarte son más altas, pero con probar no perdés nada.
El tiempo mínimo que estuvimos fueron 15 días en Singapur y lo máximo serán casi 3 meses en Osaka, si todo sale como esperamos.
Así, además de descansar y recargar energías para seguir viaje renovado, vas a poder entender más de la cultura local; probar varios restaurantes o volverte recurrente de alguno que te hiciste amigo del dueño; coincidir con más festivales o eventos especiales; practicar un deporte o hacer un curso de macramé con hilo dental, y todas esas cosas que sólo son posibles cuando dejás de ser un pasajero en tránsito.

Con nuestras compañeras de trabajo en Nikko, Japón

Más tiempo en un lugar te abre a situaciones como dar una charla sobre viajes en un secundario (Jinju, Corea del Sur)

… y hasta hacer un curso de… bueno, esto no fue iniciativa mía, pero me invitaron
Chicos…Un placer leerlos.siempre me plantee el hecho de poder viajar como lo hacen ustedes…Sin embargo me atormenta el hecho de abandonar un trabajo estable. . ….Como hacen ustedes con eso?…
Hola Yanina,
Creemos que la «estabilidad» en un trabajo es muy subjetiva, especialmente cuando se trata de grandes empresas que dan la falsa ilusión de seguridad. Nosotros dejamos nuestros trabajos de guías de turismo cuando teníamos 21 y 19 años, y aunque hubo momentos muy difíciles, las satisfacciones que nos trajo hicieron que decidiéramos seguir adelante con este cambio de vida.
Te recomiendo que leas los artículos de la sección «Reflexiones»: https://marcandoelpolo.com/category/mundo-marcopolico/reflexiones-mundo-marcopolico/
Y especialmente nuestro libro «Un viaje interior», en donde hablamos puntualmente sobre la decisión de dejar nuestros trabajos y tocamos mucho este tema: https://marcandoelpolo.com/libro-un-viaje-interior/
Buena vida.
Jajajaja son unos geniosss nos hacen reír mucho!!! Cumpliendo un año de viaje en Tokio todo es exactamente como lo describen. Los leemos siempre!!
Gracias por los consejos
Adriana y Martín
jajaja sentimientos que compartimos la mayoría de los que hacemos viajes largos! El viaje va tomando distintas formas porque nosotros cambiamos.
Aguante Tokio!!
Hola chicos!! Me encanta que se hayan jugado por lo que les gusta, disfruto muchísimo del contenido del blog.
Este año conocí parte del Sudeste Asiático, en solo 3 semanas, poco tiempo pero apreciando al máximo cada momento. Creo que siempre te llevas una «foto» de cada lugar incompleta, por estacionalidad, por contexto, coyuntura, hasta por tu propio estado emocional y madurez del momento. Pero lo importante para mi es interactuar, mimetizarme con el lugar y empatizar con la gente.. de esa forma te llevas mucho más.
El año próximo deseo ir a Europa no como «mandato social» para tener la foto perfil con el Coliseo o la torre Eiffel, mas allá de los iconos, emblemas, etc. hay mucho para aprender, todas las sociedades tienen su encanto no necesariamente en lo exótico según mi modo de ver. Todo enriquece.
Muchas gracias!!
Y sigan mostrándonos esos lugares tan entrañables.
Hola Darío, ¿cómo estás? Muchas gracias por tu mensaje. Nos alegra que hayas tenido la oportunidad de ir al Sudeste asiático y que pronto estés en Europa. Totalmente de acuerdo con lo que decís.
Te mandamos un abrazo enorme y deseamos buenos caminos!
Hola chicos, no creen que todo es demasiado bonito? siempre les veo super sonriente, divertidos y sin problemas. No creen que deberían contar un poco más la realidad y dejar de ser tan business?
Hola, ¿leíste el posteo? Justamente habla de esto. Y no es el único en el que contamos el lado B de viajar, parece que no leíste mucho y solo te quedaste en las fotos.
Si no disfrutáramos del viaje, no habríamos estado más de siete años seguidos en ruta, ¿no te parece?
Saludos!!
Muy buena reflexión de una etapa que seguro les llega a todos tarde o temprano. En enero 2017 comienza mi gran aventura y una de las cosas que mas quiero ignorar es el tiempo. Me viene apurando hace 30 años (mi edad), ya no mas… voy a ir muy muy tranqui, no te apuro ni fecha de regreso.
Muchas gracias!. Recomiendo siempre su libro y el mio va de lector en lector.
Abrazo!!
Andrés de Rio Negro, Arg.
Hola Andrés! Qué bueno que te vas de viaje sin pasaje de vuelta, es lo ideal para poder manejar el tiempo al ritmo que más cómodo te quede.
Gracias por recomendar el libro!
Te mandamos un abrazo grande. Buen viaje!!
Muchas gracias por este post! Necesitaba escucharlo en boca de otro. Genial!
A todos nos pasa… 🙂 Ánimo y adelante!
Muy divertido chicos y real , acabo de descubrir la página x casualidad con mi chica buscando la respuesta típica sobre visados y ya somos fans !! Jaja ,
un abrazo y buen camino !!
Hola chicos! Muchas gracias por la buena onda! Bienvenidos a Marcando el Polo!
Saludos desde Turquía!
Hola chicos! Muchas gracias por la buena onda! Bienvenidos a Marcando el Polo!!
Yo cuando me pongo un poco tonto, me siento en cualquier mesita con una cerveza para ver el ritmo de la ciudad y me digo a mi mismo: «hijo si estas al otro lado del mundo».. Y con eso me recargo de energias y continuo como nuevo.
Un abrazo!
Cuánta verdad!!
Abrazo grande!!!
Jajjaja voy a intentar este método
Chicos, era justamente lo que necesitaba leer hoy. Estoy en Australia hace 8 meses y esta ultima semana me estoy sintiendo cansada y aburrida, a pesar de haberme mudado hace poco a una nueva ciudad.
Volver a buscar trabajo y no conocer a nadie me tiro un poco abajo.
Sus palabras ayudan, y ayuda saber que nos pasa a todos y que seguramente esto tambien pasara 🙂
Hola Yanina! Es normal, sobre todo cuando hay que volver a buscar trabajo (con todo lo que eso implica). Como todo, es temporal, y estos momentos también son necesarios en el viaje para procesar todo lo que estamos viviendo.
Muchos éxitos y abrazo bien fuerte!
Chicos, los admiro, y les agradezco vuestros comentarios.- Soy una viajera con alma de mochilera, pero mi tiempo ya paso……… comencé a viajar a los cincuenta añitos mas o menos, ya después de terminar con la crianza de los hijos y financiar sus estudios. Soy residente en Argentina-Necochea, seguro que ustedes conocen esta hermosa ciudad, ya hace cuarenta años cuando emigre de Chile.- Comencé viajando sola (no es fácil conseguir compañera de viaje con tus mismos objetivos), pero ahora ya tengo una amiga loquita como yo que me acompaña en mis aventuras, amiga de la infancia , compañera de colegio.-En Octubre iremos a conocer el sudeste asiático, así que leo todos vuestros comentarios y viajo virtualmente mientras preparo nuestro itinerario.- Ya he recorrido mucho mundo , pero como pueden hacerlo las personas mas grande, igualmente muy gasolera pero , lógico, nunca podríamos enriquecer tanto nuestra vida ( mucho no nos queda) como lo pueden hacer ustedes, sigan así, son jóvenes y ya podrán estacionarse en un lugar hermoso para formar una familia.- En mi próxima vida voy a ser mochilera….jajajajajaj besos mucha suerte ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
Hola Helga!! Qué lindo leer tu mensaje y saber que pronto vas a estar en el Sudeste asiático!
No hay edad para viajar, y aunque creas que es demasiado tarde, lo notable es que te diste cuenta a tiempo y te animaste a hacerlo. Adelante!!!!!!!
Muchos éxitos!!!!
Abrazo grande desde Uzbekistán hasta Necochea 🙂
Hola chicos! Mismo con mi feo portuñol (perdono!) les felicito muchíssimo por el blog! Les encontré mientras buscava algo acerca de Mianmar Hace horas… Debria estar buscando otras cosas, pero no puedo salir de sus posts… Ponerse muy perdido por la internet es otro sintoma del síndrome del viaje lento, seguro que sí! Salí hace 11 meses de Brasil, ya pasó todo que Han dicho – y ahora Un dolor intenso en el pecho porque compré mi boleto para volver en junio. Y obviamente que ya no lo quiero más! Buenos, gracias por escribir mientras construyen sus caminos 🙂 saludos brasileños desde yangon!
Hola Livia!! Como vai voce?
Muchas gracias por tus palabras! Parece que somos muchos los que estamos infectados por este virus viajero!! Habrá que devolver el pasaje y seguir viaje entonces 🙂
Muchos éxitos!!! Abrazo desde China hasta Yangon!
AYAYAYAYYYYY Imposible no sentirme 100% identificada con todo esto! Es tal cual! Me morí de risa con los primeros días en Bangkok porque así fueron mis primeros días en Bangkok!! Jaja, y ya llegaba a los 2 meses viajando, y sumale los golpes de calor, tremendo… dos años después no había poder en la Tierra que me saque de la cama el primer día que llegaba a cualquier lugar de Perú, «hoy no hago nada», era mi ley.
Para mí no hubo mejor remedio q volver, volver a la rutina de trabajo «profesional», y ya con unos meses de instalada en «casa» (y todas las bondades que eso implica en cuanto a parrilla y regionales se refiera) empiezo a ver el mapa de nuevo ;).
Abrazo grande chicos!!
Vito!!!!! jajja nuestros primeros días en Bangkok también fueron así! Fue el primer lugar que conocimos en Asia, y bueno… queríamos hacer todo todo todo!
Qué bueno que volver haya sido la dosis justa de sedentarismo que necesitabas! Esperamos cruzarlos en algún lugar del globo, y sino será en Argentina 🙂
Abrazo enorme!
Jaja, qué loco cansarse de viajar! pero me imagino que pasa… Son unos genios, viajo con la mente con sus post aunque todavía no empiezo a hacerlo real. Con mi novio queremos viajar, aunque sea queremos ser viajeros part – time. Ya no queremos ser turistas jaja! De tanto que los leo siento que los conozco, y sé que están en la otra punta del mundo, pero si algún día vienen para Córdoba, Argentina (específicamente Villa Carlos Paz)tienen lugar en mi casa! Saludos
Nos pasa muy muy parecido a nosotros! Luego de casi 11 meses de viaje, los tiempos y estadías se volvieron mas flexibles. Y disfrutamos mucho de llegar a una ciudad y quedarnos por un tiempo totalmente relajados, sin la obligación de recorrer o visitar todo a las apuradas.. Muy buen post! Saludos desde San Francisco (hasta el 17 de noviembre no nos movemos de aca!)
Al año es cuando la mayoría empieza a bajar un cambio. A nosotros nos pasó la primera vez que hicimos un viaje largo sin frenar, desde Sri Lanka hasta Mongolia en el 2011. Después de Mongolia nos dimos una vuelta por Borneo malayo, nos gustó tanto que hasta averiguamos para quedarnos dos años estudiando turismo, así de cansados estábamos jaja. Al final cambiamos de idea, pero aprendimos a tomarnos los viajes con más tranquilidad.
Abrazo y lo mejor en SF!
Totalmente de acuerdo. Llevo 6 anos viajando y ahora me puse a estudiar frances al norte de Francia por 6 meses, la primera vez lo queria ver todo. Esta vez solo aprendo y disfruto.
Bucket list: algún día estudiar francés, si es en Nueva Caledonia, mejor jaja. Gran plan Benja, yo también frenaría feliz unos meses en Francia para estudiarlo. No me gusta ni un poco el acento, pero es muy útil. Hice un intento hace varios años, porque supuestamente al hablar español e italiano lo iba a «cachar al tiro», pero creo no le puse las ganas suficientes jajaja.
Abrazo grande y seguí viajando que en algún momento nos volveremos a cruzar
Pah! Como anillo al dedo este post.
A mi me pasa igual. Tal cuál lo del Taiwanes!
Abrazo
Pobre el taiwanés que sin saberlo piensa que todos tienen ganas de responderle sus preguntas gomas jajaja
Como siempre chicos! Buenisimo post!
A nosotros nos pasa mas o menos lo mismo!
Abrazo grnade
Con cada posteo reconfirmo que su blog ES LO MÁS!!!!!
Hace un tiempo que estoy viajando y cada vez tengo más ganas de dejar la mochila estacionada y descansar unos meses. Son muy inspiradores, y con este posteo expresaron todos mis sentimientos, y seguro que el de muchísimos viajeros. Cada vez viajo más lento, creo que esto en la segunda etapa, ya me llegará el claro síntoma ja ja ja.
Saludo grande!!!
Hola Sandra!!! Muchas gracias por la buena energìa que nos mandàs en tu mensaje!!!
Si sentís que necesitás frenar, hacélo. El cuerpo lo necesita y la mente también, para asimilar todo lo que viviste. Date tus tiempos, y el viaje va a tener otro gustito.
Muchos éxitos!!!!!!!!!!!!!!!!
Abrazo!
Soy un gran seguidor de sus viajes y la verdad que me encanta con la naturalidad que ecriben los relatos, muy profundos pero a la vez divertidos. Yo hace muy poco que emepece a viajar, estoy con una whv en NZ y planeo ir al sudeste después de un año aca, pero todavía me falta mucho (creo) para llegar al punto de cansarme del viaje, quizás porque no me estoy moviendo mucho ya que siempre estoy en un lugar trabajando. Ya veré como me siento cuando haga el verdadero viaje mochilero.
Un saludo grande y gracias por la pasión que le ponen al blog, se nota en cada artículo que publican.
Fer.
Hola Fer! Muchas gracias por la buena onda!!
Muchos éxitos en tu viaje!!
Que razón teneis!! Yo llevo ya 13 meses viajando y hará como 2 que me siento sin ganas de viajar pero sin ganas de volver a casa, solución? Buscar trabajo y pasar unos meses en el mismo lugar para recuperar toda la energia que necesito y para volver a estar ilusionado viendo templos, ciudades y que te entren las ganas de nuevo de compartir las historias con otros viajeros. Menos mal que no soy la única a la que le pasa.
Saludos chicos! Me encanta vuestro blog
Exacto Fani!!! Esperamos que encuentres un trabajo pronto y puedas recuperar la energía que tanto estás necesitando!!!
Tranquila que no estás sola!!!!!!
Abrazo enorme y que tengas excelentes rutas!
Lo que estáis diciendo sobre viajes largos, también lo siento de vez en cuando en los cortos: solemos llevar un ritmo agotador, así que a cabo de una semana necesito 2-3 días de paz… Luego entran las ganas de moverse otra vez… y así se va repitiendo la historia…
Al principio pensaba que no estaba «hecha» para viajar, pero me estoy dando cuenta que no estoy sola ;))) Que a veces pasa.
Great to know 😉 que los que no paran de viajar, como vosotros, también lo sentís 😉
Hola Kate!! No estás sola!!!!
Si, suele pasar en los viajes cortos también, sobre todo cuando uno se autoimpone un itinerario súper agitado.
Cuando vemos que hay algo que no termina de convencernos, sólo hay que cambiar un poquito el panorama y vas a ver cómo todo vuelve a tener sentido 🙂
Muchos éxitos!
Excelente muchachos!! Cada dia mejor ustedes eh!
Con respecto al post me siento 100% identificado. Cansa andar de aca para alla todo el tiempo. Igual se ve que anda dando vueltas un virus del viajar superhiper despacio entre todos los que viajamos hace un tiempo (podriamos decir que estamos haciendo un cambio en la tendencia viajeristica?).
Un abrazo grande!!!
Hola Pela!! Muchas gracias por la buena energía de siempre!
Siiii, parece que el virus de la lentitud viajera anda dando vueltas… o será que cada vez nos unimos más entre nosotros porque necesitamos que alguien nos comprenda?
Abrazo enorme!!!!!