En “¿Quién nos manda a volver a Vietnam?” te contamos la mala experiencia que tuvimos viajando por este país en el 2009. Repasando estos 5 años de viaje, no tenemos que pensar mucho para ponerlo como el país en el que peor tratados nos sentimos. Cada vez que alguien nos hacía la clásica pregunta “¿… y qué onda Vietnam?” (seguramente por motivos de su fama hollywoodense, Vietnam era el único país del que nos preguntaban nuestros conocidos después de viajar por el Sudeste asiático), lo primero que se nos venía a la cabeza eran imágenes de vendedoras con cara de amargas queriéndonos cobrar de más o los mafiosos de la frontera con Laos estafándonos descaradamente porque controlaban el único transporte para salir de ahí (¡si hubiésemos empezado a viajar a dedo antes!). La frase que resumía nuestro sentimiento era “el país es muy interesante, pero los vietnamitas te arruinan el viaje”.
Los años pasaron y a medida que fuimos conociendo más vietnamitas por distintas partes del mundo nos empezamos a preguntar ¿Realmente los vietnamitas te arruinan el viaje? ¿o habrán sido los vietnamitas que nosotros nos limitamos a conocer? La única manera de encontrar la respuesta era volviendo.
Cinco años más tarde volvimos a pisar Vietnam, por otra frontera, con otra energía y con otras expectativas…
Tal vez estás esperando que te contemos la linda historia de cómo ésta vez fueron todas rosas sin espinas, de cómo los años nos permitieron abrir la cabeza y tomar con gracia cada diferencia cultural o cómo esas vendedoras amargas ahora empezaron a sonreírnos. Bueno, de eso hubo mucho, pero también tuvimos condimentos del Vietnam versión 2009.
Con la visa en mano…
Ya en la frontera, un vietnamita trataba de colarse en la fila, suponemos nervioso porque estábamos tardando más de lo que él quería. Con una sonrisa de “estoy de buen humor y voy a tomar esto como una simple diferencia cultural”, le hicimos un gesto de “relajate y volvé a la fila”. Positivos nosotros, sacamos la primer conclusión para darnos un mayor rango de tolerancia: “no es que los vietnamitas sean mala onda, es que son de carácter fuerte”. Le agradecimos a los de inmigración por dejarnos entrar después de pagar 60 dólares de visa, saludamos a Ho Chi Minh y pisamos Vietnam.
Enseguida nos levantaron unos empresarios, los primeros “vietnamitas simpáticos” que nos cruzábamos entre los dos viajes. Es que cuando uno tiene una experiencia general negativa, tiende a olvidarse de los pequeños buenos momentos, y a quedarse sólo con el recuerdo de los malos, por eso es que no nos acordamos de ningún vietnamita que en el primer viaje nos haya dejado una buena impresión. Nuestros primeros amigos nos llevaron a lo de una clienta, donde nos recibieron con cerveza y pipas, nos invitaron a almorzar y nos dejaron en Pleiku, nuestra primer parada. En unas horas ya habíamos conocido a tres vietnamitas alegres y a uno solo con carácter áspero. Si uno de cada tres que nos crucemos nos recibirá de esta manera, estaremos mucho mejor que la vez pasada.
El promedio positivo siguió subiendo cuando conocimos a Hotikana, quien nos abrió las puertas de su casa en Pleiku. Ya te contamos de esta luchadora en el posteo anterior y en Facebook, y pronto subiremos su historia en un posteo dedicado a ella sola, como se lo merece.
Seguimos conociendo gente, y después de dos días nos preguntábamos a qué Vietnam habíamos venido la vez pasada, y a qué Vietnam venía la mayoría de los viajeros que nos habíamos cruzado con las mismas malas experiencias que nosotros…
Con Hotikana
Nuestro segundo día define claramente la sensación que nos dejó Vietnam…
El autostop venía complicado. Para el mediodía habíamos avanzado sólo 50 kilómetros de los 370 que nos habíamos propuesto. Pensamos que a ese ritmo no llegaríamos muy lejos, y que tendríamos que volver a lo de Hotikana a dormir. Como suele pasar, después de una larga espera aparecieron los salvadores. Un grupo de cuatro trabajadores nos levantaron, entusiasmadísimos con la idea de ayudar a los “amigos de Messi”. A pesar de que las conversaciones se limitaban a “Messi…” “Yes, Messi!”. “Tevez…” “Yes, Tevez!”. “Di María…” “Aha… Di María also”. “Sergio Aguero…”, y así hasta que se agotó su conocimiento sobre nuestro país, los gestos y las sonrisas fueron suficientes para interpretar su alegría de compartir la ruta con nosotros. Nos invitaron a almorzar, nos compraron gaseosas, fruta y hasta nos invitaron a quedarnos en su casa si no teníamos un lugar para dormir.
Llegamos a Danang de noche, después de todo un día en la ruta. Las caras de nuestros amigos no podían disimular su cansancio. Agotados como estaban, y teniendo que ir a trabajar al día siguiente, se ofrecieron a llevarnos hasta Hoi An, desviándose 50 kilómetros entre ida y vuelta. Le dijimos que no se preocuparan, que ya habían hecho demasiado por nosotros, y que podíamos tomarnos uno de los colectivos que pasaban constantemente.
Frenaron el auto, abrieron el baúl para sacar nuestras mochilas y paramos al colectivo. Como si fuera un secuestro express, bajó uno de los empleados del colectivo, agarró las mochilas y a los empujones nos subió. Todo fue tan rápido que casi ni pudimos despedirnos de nuestros amigos de ruta. Arriba del colectivo, una empleada nos empujó a los asientos. Ya nervioso, pido que me devolvieran mi mochila, a lo que la empleada empieza a gritar que nos sentáramos. Cuando miro al que nos había subido, veo que estaba con medio cuerpo afuera del colectivo y que en la mano con la que no se estaba agarrando tenía mi mochila colgando de una sola manija, bamboleándose a velocidad “bus de Vietnam” y a centímetros de la calle. No había que hacer mucho para que mi querida mochila saliera rodando por el asfalto.
La pelea siguió. Nos quisieron cobrar un disparate, nos tiraron las mochilas, cuando le dijimos a la vieja empleada que nos bajábamos no nos dejó pasar, apareció un tercer empleado y empezó a golpear las mochilas. La gente miraba sin decir nada, seguramente con miedo de meterse con estos mafiosos. Le preguntamos a una chica cuánto deberíamos pagar por el boleto y en vez de decirnos le preguntó a la empleada. “50.000 cada uno”, nos dice. “Dale, si vos no pagaste eso, decime la verdad”. La chica se ríe y mira para otro lado, claramente nadie quería meterse.
Tomándolo como una derrota, terminaron aceptando los 20.000 que le dimos, que después nos enteraríamos era el doble de lo que los locales pagaban.
Llegamos a Hoi An enfurecidos. Los fantasmas habían vuelto a aparecer. La yerba mala nos había arruinado la buena cosecha. “¿¡Para qué nos habremos tomado ese colectivo?!… a partir de ahora vamos a hacer todo a dedo, aunque sea de noche y falten 10 kilómetros” (y así fue).
Estábamos mirando el mapa para ubicarnos, cuando escuchamos que una chica nos habla. “Hola, ¿de dónde son?”, nos pregunta con timidez. “Argentina”. “Vi lo que pasó en el colectivo, lo lamento mucho. Me siento muy mal por cómo alguna gente trata a los turistas en mi país…”, nos dice con la voz quebrada. “…pero me gustó mucho el coraje que tuvieron. Yo ahora estoy libre, los puedo acompañar al centro e invitarlos a comer algo.”
Estas son justamente las dos personalidades que encontramos en Vietnam. Una gran mayoría de gente curiosa y tímida, pero con las mejores intenciones de darnos una mano, y por el otro lado un pequeño grupo que quiere la plata del turista, pero no su presencia física. Lamentablemente a la mayoría de los viajeros les pasa lo mismo que a nosotros en el primer viaje, al no salir de la ruta turística la gente que nos rodea es esta última, y nos llevamos esa impresión de que todos, absolutamente todos, nos quieren estafar.
Viajando a dedo con Maradona y Dung, el camionero que nos llevó 330 km
Uno de los tantos eliminadores de fronteras que nos dio una mano en la ruta
Gracias a que cambiamos radicalmente nuestra manera de viajar, pudimos estar en contacto con muchas personas que nos ayudaron a eliminar nuestras propias fronteras. Viajar a dedo y hacer Couchsurfing fueron los vehículos que nos llevaron por este camino.
El “¿… y qué onda Vietnam?” de nuestros conocidos, en estos días cambió por el “¿… y qué les parece Vietnam?”, de todos los curiosos que se acercan a hablarnos. La respuesta entristece a la mayoría, porque reconfirma un sentimiento que ya escucharon de otros a los que le preguntaron lo mismo.
“Durante la mayoría de nuestro viaje nos cruzamos con gente increíblemente hospitalaria y feliz de recibirnos, y eso nos pone muy contentos, pero es frustrante como extranjero saber que constantemente te están estafando. Hasta en la compra más chica van a intentar cobrarte de más, aprovechándose de tu desconocimiento. Esto es cansador y llega un punto que te sacan las ganas de seguir viajando por el país.”
Es un problema cultural, nos dijo la mayoría. Gente de Saigón nos contó como en Hanoi los reconocen por su acento y tratan de cobrarles de más. Seguro que no tanto como a los turistas, pero entre ellos mismos también aplica la regla de “los de afuera y los de adentro”. Los vietnamitas de más plata también tienen que pagar el precio inflado, y ni hablar de los que viven en el exterior, por más que hablen el idioma, son fácilmente reconocibles (muchos resaltan orgullosamente esta “virtud”).
En definitiva, volvemos a la idea a la que llegamos en la frontera. Vietnam es un país con mucho carácter. En un mismo día podés tener las mejores experiencias y a la vez las peores. Muchos viajeros se van fascinados y otros tantos decepcionados. Nosotros volvimos para verlo con otros ojos, y estamos felices de haberlo hecho, porque pudimos ver la cara más brillante de la moneda. Nuestras palabras son sólo una opinión más, como la tienen todos los que por acá pasen.
¿Si te recomendamos Vietnam? Claro que sí, como recomendamos visitar todos los países que tengas la posibilidad. Porque las palabras ajenas pueden ser orientadoras, pero no deben generar prejuicios.
Que tengas un buen viaje. Físico, virtual o espiritual.
Con la banda
Con 19 y 21 años emprendimos un viaje que creímos sería de tres meses, pero se convirtió en nuestro estilo de vida. Diez años más tarde, seguimos descubriendo los rincones más remotos del mundo para eliminar la frontera más peligrosa: la que nosotros mismos creamos.
Más sobre nosotrosUn viaje a dedo de 47.000 kilómetros uniendo Asia de punta a punta durante tres años, desde Filipinas hasta Turquía, para descubrir lo que los medios eligen no mostrar.
Inspirados en los mensajes que nos llegan pidiéndonos un empujón para salir de viaje largo, creamos este libro para que pases de la motivación a la acción.
Hola!! Primero de todo felicitaros por lo que haceis porque me parece fantastico!! Os he empezado a leer hoy mismo y hasta ahora es el mejor blog (a mi criterio) que he encontrado, como poco el mas realista. Con mi pareja estamos planeando un viaje largo y en cuanto pueda me hare con un libro vuestro que creo que nos ayudara bastante. Comento en este post porque este verano estuvimos por viet-nam y estoy totalmente de acuerdo con vosotros, es cierto que en general te intentan estafar todo lo que pueden y mas, pero tambien te encuentras con gente que no tiene nada y lo da todo. Ahí va un pequeño relato. Era nuestro ultimo dia en hanoi y estabamos esperando el sleepbus hacia sapa (lo de las mujeres de sapa da para otro relato…) el caso esq mientras esperabamos en el «hotel» sali fuera a fumar y justo al lado habia un hombre (mayor) tomando unas cervezas con su mujer, le pregunte si le molestaba que fumara a su lado y el hombre me empezo a hablar y al final acabamos tomando unas cervezas (a temperatura ambiente) con el y su mujer. (x cierto el homre era de saigon) a la hora de pagar el insistio en invitarnos y el «camarero» le queria cobrar un precio distinto por las nuestras, no se lo que hablaron xq era todo en vietnamita, pero el hombre se enfado bastante con el y de alguna manera nos intento pedir perdon por estas cosas….en fin, es cierto que te estafan, pero no todo es malo, yo lo recomendaria sin duda!! Muchisimas gracias por vuestro blog de verdad que me encanta la claridad con la que hablais! Un abrazo desde barcelona!! Barcelona messi yes! Jajahaa
jajaja Alberto, nos hiciste reír con el «Barcelona Messi yes!» jaja
Bienvenidos a Marcando el Polo! Qué bueno que están planeando un viaje largo!
Con respecto a Vietnam, cada vez que alguien nos escribe les decimos que hayan y saquen sus propias conclusiones. Nosotros encontramos gente muy buena con la que aún seguimos en contacto, pero igualmente sigue siendo uno de los países que menos disfrutamos y que no nos entusiasma volver.
Hay gente que lo ama… cada viaje es único.
Muchas gracias por compartir tu historia (y el detalle de la cerveza a temperatura de ambiente, obvio! jaja). Esperamos la otra de las mujeres en Sapa! Saludos!!
Los vengo siguiendo desde hace mucho pero nunca ihable con ustedes……los quiero felicitar ME ENCANTA LO QUE HACEN Y COMO …..
Quiero saber como es Vietnam para que una mujer viaje sola?????
Hola Vero! Cómo estás? Muchas gracias por la buena onda!
Vietnam es un país muy tranquilo para una mujer sola, así que dale para adelante, nomás!
Siempre con sentido común, como en cualquier lado, pero son muchas las chicas que viajan solas por esa zona.
Abrazo grande!
hola chicos!
felicitaciones para el blog y para el proyecto!
mi novio y yo estamos planeando nuestro viaje por vietnam, cambodia y tailandia, un total de 40 dias,,vamos a aterrizar en ho chi min y de ahi queremos dirigirnos hacia cambodia.. algunos tips para unos pocos dias al sur de vietnam?
gracias!
Hola Vale! Estuvimos muy poco por el Sur de Vietnam, así que no te vamos a poder ayudar en esta. Si te sirve, este fue nuestro itinerario por Vietnam: https://marcandoelpolo.com/itinerario-guia-viajar-a-vietnam/
Saludos!
Dani y Jota: Qué placer encontrar un Blog como el de ustedes! Me hice una gran fan suya, ya me leí casi todos los posts de los países que comienzo a visitar mañana en un viaje de 3 meses (Indonesia, Malasia, Singapur, Filipinas, Laos, Camboya, Vietnam y Tailandia).
Debo decir que es mi Blog preferido, la información que dan es tan certera que uno puede imaginarse hasta las sensaciones de cada lugar. Lo que más me gusta es el sentido educativo de cada post, gracias a ustedes ya siento que voy preparada para cruzarme con la realidad de cada país sin desconocer del todo los por qués. Sólo me queda vivir la experiencia por mí misma, y ver qué sale!
Unos genios. Simplemente…Gracias!
Hola Maga!! Muchísimas gracias por la buena onda y bienvenida a Marcando el Polo! Lo hacemos con mucho amor, así que nos llena de felicidad que se note.
Muy buen viaje!!!
hola,,,,lei este post de Magali y queria saber como le fue en su viaje por esos lares, los felicito por la pagina,excelente,gracias
Ya van varios blogs donde leo malas experiencias sobre Việt Nam y empiezo a preguntarme si, o bien tengo mucha suerte o si, por error, recorrí otro país. He estado tres veces en esta hermosa República y el trato recibido ha sido bueno, por lo general. Obviamente hay gente que intenta timarte, cobrarte de más o cobrarte “sin más”, es decir, por nada. Es cierto que es un pueblo rudo, pero tantos años de guerra salvaje e injusta curte a cualquiera. Pensad que de esto no hace tantos años. No a muchos les gustará agachar la cabeza por un puñado de dongs, cuando no la agacharon ante la mayor potencia militar. Son un pueblo orgulloso, y no es para menos.
Por otro lado… jamás me subiría a un autobús (ni contrataría ningún otro servicio) sin antes preguntar el precio. Hay que ser firmes, sin perder ni la paciencia ni las buenas formas.
El mejor truco es aprender unas cuantas palabras del país en el que uno esté. No se pq, no me lo explico, pero funciona de manera fulminante. Si se acerca, por ejemplo, el típico vietnamita que se ofrece a llevarte en moto, te puede llevar muchos “NO” hasta que te deje en paz. Sin embargo, un vez dicho en vietnamita es suficiente, el tipo no molestará más. Repito, pq? No tengo ni la más mínima idea… Además es un gesto hacia la gente local, sea del país que sea. No cuesta nada aprender hola, adiós, gracias, sí, no… y a la gente suele gustarle el gesto.
Por cierto, felicidades por el blog!
Hola Alberto!
Nos alegra muchisimo que hayas tenido una buena experiencia en Vietnam. Como decimos, hay gente que lo odia y gente que lo ama: cuesta encontrar el término medio. Nosotros estamos contentos de haberle dado una segunda oportunidad, y en el último viaje conocimos gente súper inspiradora, pero igualmente sigue estando entre nuestros países menos favoritos. Es cuestión de gustos y experiencias…
En cuanto a los buses, nosotros tomamos uno solo y de corta distancia, porque nos movimos siempre a dedo. Sabíamos el precio, pero así todo no quisieron aceptar eso y se pusieron bastante violentos exigiendo un precio mucho mayor. Entendemos lo de la guerra, todas las guerras nos parecen injustas, pero no pasa lo mismo en Laos, por ejemplo, que sufrió de igual o peor manera.
Hablar algunas palabras del idioma local funciona muy bien y es un mínimo de respeto hacia el otro, ya que demuestra que estamos interesados en su cultura. Siempre tratamos de aprender lo básico, y es muy notorio el cambio que genera.
Muchas gracias por compartirnos tu experiencia!
Te mandamos un abrazo grande desde Corea!
y… finalmente llegué a su querido Vietnam ! jajaja, me pasé por acá a saludar… so far, so food.
Anécdota: me hicieron masaje 1 minuto, diciéndoe 20 veces que no quería, mientras tomaba unas birrias con un chico Uruguayo y al decirle que no le iba a pagar, golpea la mesa con nuestras cervezas y me exige 5 dólares. Le dije que no, a lo que me responde «fuck you». jajaja, me piqué y le digo fuck YOU, a lo que tira su moto y me ofrece combos ahí mismo. Me paré de la mesa para pelear para ver que reacción tenía y ahí agarró la moto y se fue…
Imposible no acordarme de sus historias de agresiones.. jajaja Saludos desde HCMC !
Hola!!!!! jajajajajaja Fuck you!
Cómo no le vas a pagar los 5 dolaritos por sus servicios? Ay pero qué desalmado! jajajajaja
Tranquilo y a seguir disfrutando! Mmmmm el café!!! Qué ganas!! Ahh, no dejes de probar en Cafe Thrung en Hanoi, que es café con clara de huevo… exquisito!!!!
Abrazo enorme!!!!!!!
que bueno leer sus historias antes de viajar. Vietnam todavía esta en la duda, la verdad no se que hacer. Ya leí montón de malos comentarios, pero algunos que dicen que igualmente vale la pena ir, como concluyen ustedes. Me causa mucha intriga la verdad, y por eso es que si me falta tiempo (tengo casi 2 meses para recorrer el Sudeste) prefiero dejar Laos afuera. tal vez deba viajar a dedo como uds para rodearme de gente que vale la pena.
Saludo grande y gracias por sus palabras, son muy útiles para todos los que los leemos!!
Isma.
Hola Isma! Muchas gracias por la buena onda! Después contanos cómo te fue 🙂
Abrazo grande y buenas rutas!!
Los sigo hace ya varios meses, y nunca les comenté nada, me encanta como escriben! Y toda la nuesva información que me dan me llena y mucho! (soy de los que creían que sólo se mochileaba en latinoamérica jajaj)
Saludos desde la estación Retiro del FFCC Mitre!
Hola Rami!!! Muchas gracias por la buena onda!!!!
Qué bueno que te hayamos ayudado a borrar ese preconcepto de que sólo se mochilea por Latinoamérica. Adelante!!!!!
fue bueno darles y darse una segunda oportunidad….
Excelentes los comentarios. Son de mucha ayuda