Cada día que pasamos en Tokio, un torbellino de experiencias nunca antes vividas nos atrapó, alteró los sentidos y cargó de imágenes para las que ni horas de documentales, películas y lectura nos habían preparado. Caminar las calles de Harajuku un domingo es como entrar al túnel que te lleva al País de las Maravillas, uno urbanizado, caótico, trastornado y rebelde, pero que le gusta mostrarse ingenuo.
Destacarse en este País no es fácil, pero hay quienes lo logran. Personificando su imaginación, estos personajes urbanos perseveraron para llegar a ser lo que son: los más coloridos y bizarros de este excitante submundo.
Los Elvis
Arranquemos con nuestros personajes preferidos, esos que no nos queríamos ir de Tokio sin ver… los ELVIS!!!! o mejor llamados, rockabillies. Este grupete de nostálgicos apasionados por el rock & roll parecen haberse quedado en los 50, lookeando con jeans Levi’s, peine en el bolsillo, campera de cuero, zapatos en punta, anteojos de sol, tatuajes y, lo más importante, un jopo endiablado que lleva horas de producción. Bueno, digamos que algunos de la vieja guardia ya no pueden mantenerlo por más horas que se pasen adelante del espejo, pero la pasión por los movimientos de pelvis es lo que todos comparten.
No es que los muchachos anden bailando por cualquier esquina al azar, o cuando tienen un rato libre, y eso es lo bueno porque quiere decir que si andás por Tokio los vas a poder ver. Todos los domingos, alrededor del mediodía, empiezan a llegar los primeros a la meca de la cultura alternativa: el Yoyogi Park. Bajan el equipo de música del auto, los amplificadores, la heladerita con cervezas y se quedan charlando por un rato. ¿Cómo está tu mamá? ¿se curó tu perro de la otitis? ¡Uhhh qué grosso el pañuelito que te compraste! ¿Qué te pasó hoy en el jopo Tito, se te terminó el gel y le pusiste engrudo? Y cosas así, supongo. Los curiosos se empiezan a acumular porque saben que se acerca el show time, y ellos se hacen esperar. Después de un rato de charla, ponen play y van canchereando a la pista. Algunos se ponen a bailar a todo ritmo desde que la música empieza a sonar y otros se quedan un rato más afuera, tal vez intercambiando soluciones sobre la otitis de su perro.

«El rey de las piruetas» preparándose para la acción

El pequeño Elvis que seguirá con la tradición

¿Pocho La Pantera?
Algunos vienen, otros se van. El domingo que los vimos nosotros habría unos diez en total, de los cuales cinco bailaban todo el tiempo, incluyendo un nene de unos doce años, aparentemente el hijo del “rey de las piruetas” y una chica que entraba y salía mascando chicle con cara de “muerte a las kawaii”. Más tarde hizo una entrada triunfal el Gran Líder. A paso firme, con aires de grandeza, un faso en la boca y mirando a todos de reojo, se fue acercando, como en cámara lenta. Su sobretodo de cuero, sus zapatos brillantes y su jopo de semental incansable hicieron que todos nos quedáramos mirándolo. Un Elvis nato, salido del Rock de la Cárcel y puesto en formol por años para que todos lo podamos disfrutar. El líder no bailó, vino con su novia a supervisar cómo iba todo, a mostrar su look y se fue. En realidad no sabemos si es el líder o uno más que llegó tarde porque en la oficina lo engancharon para trabajar el domingo, pero por imagen y actitud se distinguía del resto.
El personaje al que juegan los Elvis es el de hacerse los renegados, los “conmigo no te metas”. Por lo que nos habían mostrado varios documentales pensábamos que no había forma de acercarse a ellos, que eran un círculo cerrado y se molestaban si les sacabas fotos o estabas demasiado cerca, pero la imagen que nos vendieron no tiene nada que ver con la realidad. Tampoco es que andan posando con todos con una sonrisa radiante como el personaje que vamos a ver después, pero todos los que nos acercamos pudimos sacarnos una foto con nuestros ídolos del día. Las caras de malos la tienen que mantener para no perder la magia, pero sabemos que en el fondo les encanta que todos los miren.
Por sus pasitos de pista enjabonada, por el compromiso con su hobbie, por su look tan cuidado, por ser un fenómeno único en el mundo y por ser una razón más para que Tokio sea una de las ciudades más apasionantes del mundo, los Elvis son definitivamente nuestros personajes preferidos.

Women power

¡Qué ritmo!

Yeah!

La presencia del «Gran líder»
Los dejamos que vean lo que mejor hacen. Un nene, uno de la vieja escuela, una chica, «Pocho la Pantera» y uno con mucho swing…
El Abuelo Colegiala
Y cuando todos estaban sacando fotos de los Elvis, apareció un abuelo vestido de colegiala, con dos trencitas en su larga barba blanca, pollera cortita, medias tres cuartos y una cartera del que asomaba un peluche. En pocos minutos el “viejo chiflado” ya tenía una fila de personas esperando para sacarse un foto con él. Contento, como si fuera la primera vez, posó con cada uno de los que se acercó, haciendo distintos gestos kawaii como los dedos en V o ponerse de costado y levantar una pierna para atrás.
Obviamente que nosotros también fuimos a saludar a este colorido personaje, pero lo que no sabíamos en ese momento es que Hideaki Kobayashi es un ícono de Tokio con el que todos los caza-curiosidades quieren sacarse una foto. Hasta tiene perfil en twitter y lo invitaron a varios eventos internacionales de cultura japonesa, como el Japan Weekend de Madrid.
Todo empezó cuando una restaurante de ramen hizo una campaña en la que regalaban una sopa a todos los que fueran vestidos de colegialas. Parece que el personaje le gustó y a partir de ese día empezó a salir a la calle disfrazado.
Investigando un poco nos enteramos que el “abuelo colegiala” egresó de la Universidad de Waseda, una de las más prestigiosas de Japón, y que además tiene otro hobbie, el de sacar fotos de gran calidad a muñecas que dan más miedo que el payaso de la película It. Si estás solo en tu casa, es de noche y está lloviendo, no te pierdas su portfolio de muñecas. Si no, quedate con esta foto más tierna que se sacó Dani y su gif que se volvió viral.

Un personaje emblemático en Tokio

Un grande el «Abuelo Colegiala» retwiteando el posteo!
Confite de torta
Todos los caminos conducen a Takeshita Street, o al menos si estás buscando lo mejor de la subcultura japonesa. En esta calle peatonal nos volvimos locos sacando fotos, justamente a tanto loco lindo que se pasea de una punta a la otra mostrando lo mejor de su placard.
Takeshita está llena de color cualquier día, pero los fines de semana son absolutamente imperdibles. Antes de llegar a Tokio habíamos leído bastante acerca de las distintas tribus urbanas, como para no terminar llamando a todos “el chiflado ese” y poder apreciar mejor su arte.
Cosplayers (gente que se viste como su personaje animado preferido), distintos estilos de lolitas, punks, vendedoras demasiado kawaii (tierna, aniñada, zoncita) con voz irritante, muchísimos turistas y hasta una bandita de nenas grabando lo que parecía ser su primer videoclip. Fuimos a Takeshita tres días distintos, la caminamos incontable cantidad de veces y nos llevamos cientos de fotos y videos.
De tanto ir y venir, nos cruzamos con otro personaje que resultó ser famoso en este psicodélico mundo paralelo. Su cara no parecía demasiado amistosa, pero vestido como fiel ejemplar de lo que llamamos estilo “confite de torta” o “Barbie chabacana”, no podía ser muy malo que digamos. Apenas nos acercamos, me llamó y posó para que nos sacáramos una foto. Como a la mayoría de los grandes exponentes de Takeshita y la zona de Harajuku, a “Confite” le gusta que le saquen fotos. También, con tanta plata invertida en accesorios, al menos quieren ser populares.

Takeshita Street: centro mundial del freakismo
El fantasma de la Ópera versión Takeshita
Escondido atrás de un cartel en la entrada de Takeshita Street, vemos asomarse a otro de los habitué de la zona. No lo conocíamos, pero esa máscara enigmática de “El Fantasma de la Ópera se vistió en Takeshita” asomándose y mirándonos a la distancia, nos dejó cuasi traumados. Cuasi porque apenas seguimos caminando nos olvidamos de él, hasta tiempo después cuando nos enteramos que quien está detrás de esa máscara es un vejete barbudo que frecuenta la calle con su disfraz desde hace tiempo.
Ladybeard
Ladybeard es un australiano que se hizo famoso como personaje bizarro por ser grandote, peludo y vestirse de colegiala, en bikini o marinerita. Esto lo hacía cuando iba a fiestas, para divertir a sus amigos, pero al final del chiste terminó haciendo una carrera.
La fama grande le llegó cuando se mudó a Hong Kong, donde dejó de ser simplemente el “dale peludo, hacé tu gracia”, para convertirse en un amado luchador de lucha libre y cantante de heavy metal, claro que siempre manteniendo su personaje.
En Tokio su carrera sigue subiendo, tanto que hasta fue tapa de la revista Metropolis Magazine, justo en la mismísima edición que publicaron una nota nuestra. Ladybeard no podría decir que nos conoció, pero sí que pudo compartir revista con nosotros.

Ladybear robándonos protagonismo

Bueno, adentro nosotros también estamos…
Para cerrar, otros grandes looks que te podés encontrar caminando por Tokio:

Atenti a los detalles…

La bandita pop con su primer fan

Pasa desapercibida en Harajuku

Candy A Go Go: el negocio de Takeshita que mejor define lo que es kawaii

¡Premio a la mejor vestida para esta sweet lolita!
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Buen articulo, pero por favor, corregir el típico fallo de decir «bizarro» cuando se quiere decir «bizarre», son palabras distintas y cada una tiene su significado.
Un saludo.
Hola Jorgito! Sí, es como vos decís. Ya lo cambiamos en otros artículos.
Al ser una palabra que en muchos idiomas tiene el mismo significado que en inglés (bizarre en francés, bizzarro en italiano) suena hasta raro pensar que en español es algo totalmente distinto.
jaja nunca vi a elvis bailando asi estaban enardecidos!!, la verdad es que me impresiona la cantidad de gente que esta del tomate y hace de eso una forma e vida,que bueno para ustedes vivir todas esas experiencias.Abrazos chicos y adelante!!!
Siempre me queda la duda de si los raros de estos pagos son los que viajan y que uno se cruza por el mundo o son todos así. Parece que todos eh!! que fuerte ver todo eso junto!!
El de la máscara siiiiiii. Chicos que recuerdos !!
Al de rosa con la máscara nosotros lo agarramos en pleno acting ya cruzando el puente, al lado de la estación de tren de Harajuku.
Posó para varias fotos y ya en casa mirándolas detenidamente mi marido me dice «este es un tipo, mirale las manos de albañil».
– NAAAAh si era un personaje chiquitito, todo flaquito, debería ser una nena -digo yo, inocente -.- –
-Que nooooo, es un choma, mirale las manos Aleeeee.
Y si, leyéndolos …. era varoncito nomás 😛
Al abuelo me lo perdí, lo voy a ir a buscar porque eso merece una foto. Está los domingos cierto?
Muy buena la aparición en la revista ! Voy a buscarla para leer el artículo completo 🙂 Saludos desde la Patagonia y que lo estén pasando precioso en Corea !! Guarda los misilazos del Norte 😛
jajajaja Ale, cómo nos reimos con tu comentario!!
Era varoncito nomás!!! jajajaja
Tendrás que volver a sacarte una foto con el abuelo, es súper simpático!!!! No sabemos si está todos los domingos, habrá que rastrearlo por Twitter! jajaja
Abrazo enorme!!!!!!!!!!
Ah, la nota completa de la revista la podés leer en este link:
https://drive.google.com/file/d/0B9VWJ4pP416vOEJlMjB4ajUwejQ/edit
Saludos!!!
Hola tokyoítas!! Los sigo hace un tiempo, aunqe nunca había comentado en el blog, pero con esta entrada me animé jajaja.
Estuve en Tokyo hace un tiempo y quedé tan emocionado como uds, atrapado por ese torbellino que dicen jaja. Ví a los Elvis y al tipo de la máscara! tengo una foto con el también, aunque no sabía que era «famoso». Pero me faltó el viejo colegiala!!! nooooo es genial, si sabía que existía lo buscaba por todos lados, alto look!! jajaja. Creo que tengo que volver para sacarme un foto con el.
Saludo grande!!!
Vamos Samuel, no tengas vergüenza jaja.
Qué bueno que tenés una foto con el enmascarado, nosotros lo vimos en las penumbras pero como no sabíamos que era un clásico no lo fuimos a saludar. Estaba escondido, quizás se estaba terminando de producir y por eso no lo quisimos ir a molestar.
El abuelo colegiala es el nuevo clásico!! La pegó con el disfraz y parece que ahora ya está teniendo buenos ingresos dando conferencias y asistiendo a eventos. Definitivamente tenés que volver!
Abrazo!
Magnifica entrada, me muero por conocer Tokio, me apasionan las megaurbes
Hola Jota y Dani, no sé cual es su rumpo ahora, pero intuyo que todavía están cerca de Japón, si por casualidad llegan a poner a Okinawa dentro de su itinerario, les comento que estuve un par de veces estudiando en este lugar y conocí un amigo entrañable mejicano que vive desde hace 25 años allá y sin dudas estaría muy contento de hacerles conocer esta isla paradisíaca y sus alrededores.
Espero haber hecho un aporte a todo lo que ustedes hacen por nosotros.
Besos
Hola César!
Gracias por la invitación, nos encantaría conocer a tu amigo mejicano, debe ser una fuente invaluable de conocimientos sobre Japón. Ahora estamos en Corea del Sur, y la verdad es que no tenemos planes de volver a Japón, al menos en el corto y mediano plazo. Igualmente se agradece la intención.
Abrazo grande!!
Me encantó la entrada! Que lindo cruzarse con estos personajes. Las harajuku son mis preferidas. Y felicitaciones por la nota de la revista.
Saludos desde Argentina
Buen viaje! 😉
holaaa! me encanto, como siempre. voy a extrañar (mas todavia) japon ahora que andan por korea. besos enormes y cuidense!