Norte: República Turca del Norte de Chipre. Sur: República de Chipre
Miles de personas pueden vivir en paz, y a la vez dos pueden matarse. A veces la convivencia no es cuestión de cantidad.
Cuando vi por primera vez en un mapa una línea punteada dividiendo Chipre, no lo pude creer. ¿Cómo podía ser que una isla tan chica estuviera dividida? Siempre había escuchado hablar de Chipre, pero nunca de dos partes independientes, como pasó con la división de Corea, Sudán o Vietnam en su momento.
Como la mayoría de los que no estamos familiarizados con la historia de Chipre, en mi vago conocimiento era solo una isla en el Mediterráneo, donde debería haber buenas playas y turistas de resort. El primer indicio de que algo más había pasado vino en el último año del secundario, cuando un compañero nuevo me contó que su padre había sido casco blanco en Chipre. ¿En Chipre? Si ahí no hay guerra. En ese momento no le di mucha importancia, pero diez años después esa isla del Mediterráneo volvió a aparecer en mi vida.
Viajando por Turquía, Chipre me quedó demasiado cerca como para seguir ignorándola. Si había un momento para ir, era ahora. Me volví a acordar de la línea divisoria que había visto en ese mapa, del padre de mi compañero, de la bandera que tanto me costaba dibujar cuando era chico y del tenista Marco Baghdatis; pero antes de ir tenía que ordenar un poco más lo que andaba flotando por mi cabeza.
Dura tarea de ordenar mi cabeza la que me propuse, pero hice el intento…
Resulta ser que tan linda y bien ubicada está la isla que todo el que anduvo por la zona se la quiso quedar en algún momento. Así fueron pasando los egipcios, persas, romanos, bizantinos, árabes, otomanos, griegos, Afrodita, hasta que… sorpresa, sorpresa… llegaron los ingleses y le pusieron la corona.
Dejaron los autos con volante a la derecha, los precios de las propiedades en libras, a la mayoría de la población hablando inglés y dos bases militares; pero tuvieron que irse en 1960, cuando Chipre se declaró independiente después de una revolución que duró cinco años. Pero la independencia no fue pacífica, y los problemas étnicos entre griegos y turcos empezaron.
Bandera de la República junto con la de Turquía
Del otro lado de la línea, la bandera griega y la chipriota juntas
Y en 1974 la historia de Chipre cambió definitivamente, para ser la isla dividida que tenemos ahora. El gobierno griego y la CIA organizaron un golpe de estado para derrocar al presidente chipriota y que la isla pasara a ser parte de Grecia, expulsando a los turcos. Muchos greco-chipriotas estaban contentos con la idea, pero a los turcos no les gustó nada.
En cinco días las tropas turcas entraron a Chipre para frenar esta locura. Costó, pero fueron avanzando hasta controlar el tercio norte de la isla. Hubo varias reuniones para normalizar las cosas, pero ninguno de los dos lados quiso ceder y Chipre quedó oficialmente dividida. Con miles de desplazados de un lado y del otro, el sur quedó para la mayoría griega (más del 70% de la población), y el norte para la minoría turca.
Unos años después, en 1983, la parte norte pasó a ser la República Turca del Norte de Chipre, un país que solo Turquía reconoce y que sobrevive únicamente por la plata que estos ponen. Internacionalmente, desde que Chipre entró en la Unión Europea (2003), el gobierno griego del sur es reconocido como única autoridad en toda la isla.
Entre griegos y turcos están los jueces, enviados de las Naciones Unidas para mantener la paz. Como si fuera la Berlín de post-guerra, Nicosia es la última capital del mundo dividida entre dos países, con su paredón cubierto en alambre de púas y carteles que te avisan que está prohibido sacar fotos, demasiado parecido al perverso Muro. Los del norte la llaman Lefkosa, para los del Sur es Lefkosia, pero el mundo la conoce como Nicosia; bueno, los que la conocen.
Y así está toda la isla, con una zona neutral que la cruza de Este a Oeste (180 km.), formando una cápsula de tiempo detenida en 1974, con edificios abandonados y militares patrullando, en lo que se llama la “Línea verde”. Es una zona muy angosta, con unos 6 km en la parte más ancha y sólo unos pasos en la parte antigua de Nicosia, donde se pueden ver la bandera de Turquía y la de la República de una lado; torres de observación de Naciones Unidas en el medio; y una bandera griega al lado de una chipriota flameando a los pocos metros.
Lo que más nos llamó la atención es que dentro de esta zona neutral quedaron cuatro pueblos sin desalojar. Uno de estos es Pyla, donde turcos y griegos conviven como hace décadas, aunque incómodamente vigilados.
Cartel en la frontera del centro de Nicosia, que parece mostrar con orgullo la división de la capital
Hasta el paredón podemos jugar
Salvo que vivas en Turquía, cualquier mapa que mires te va a mostrar a Chipre como una sola isla, sin ninguna división. No es raro que nunca hayas escuchado de la República Turca de Chipre del Norte, porque no aparece en atlas, ni en la lista de países de las Naciones Unidas, ni en ninguna competencia internacional de ningún deporte, y nunca está en las noticias. Turquía es el padre, madre, y toda la familia de este país, porque ellos mismos lo crearon y son los únicos que lo reconocen. Para el resto del mundo, es un territorio ocupado por la armada turca, que en algún momento debería unirse a la parte Sur.
Desde que la isla se dividió que hay reuniones para reunificar Chipre, pero no se llega a nada. En el 2004 hubo un referéndum, en el que la gente tenía que votar por Sí o por No. El 76% de los griegos, muy orgullosos de haber entrado en la Unión Europea el año anterior, votaron por No, en una muestra de que ellos no los necesitan. En cambio, el 65% de los turcos dijeron Sí a la reunificación.
El Sí de los turcos no fue principalmente por simpatía, sino por cuestiones económicas. Su país tiene un embargo internacional, lo que quiere decir que solamente pueden comerciar con Turquía, los únicos que lo aprueban. Su aeropuerto no está habilitado internacionalmente, por lo que casi todos los vuelos llegan al lado griego, haciendo que la mayoría de los turistas se aloje y deje la mayor parte de la plata en el sur.
En estos años se habló de un nuevo referéndum, pero la gente es muy escéptica. “Hace cuarenta años que vienen hablando, pero no se llega a nada. No creo que la unión sea posible”, nos dijo un camionero de más de sesenta cuando viajábamos por la península de Karpaz, en el lado turco. “En el próximo referéndum quizás sean los griegos los que voten por Sí, y nosotros por No. Antes pensábamos que ser parte de la Unión Europea nos ayudaría económicamente, pero viendo lo que pasó en Grecia aprendimos que no. Quizás sea mejor seguir así.”, nos dijo otro.
La unión ahora es el interés de los que siempre están metidos en el medio buscando su parte; los más ricos, los oportunistas. Con la guerra en Siria e Irak, los países más poderosos quieren que las cosas se resuelvan para que el petróleo esquive estos países, abriendo una ruta alternativa por Chipre. Además, se encontró una enorme reserva de gas en el Mediterráneo, entre Israel y Chipre, y todos quieren llevarse su parte.
Como si la Cancún o Bora Bora un día fuera tomada por militares, cercadas completamente y declaradas zona restringida. Algo así pasó con Varosha, uno de los destinos top de playa a nivel mundial durante la década del ’60 y principios del ’70, donde la “gente linda” y de billeteras gordas vacacionaba.
Viendo que las tropas turcas avanzaban por el Norte de la isla a paso firme y metralletas cargadas, todos los habitantes de Varosha, en su mayoría griegos, abandonaron la ciudad en pocas horas, esperando a que las cosas se calmaran para poder volver. Pero los días en los que Brigitte Bardot y Elizabeth Taylor tomaban sol en sus reposeras acababan de terminar para siempre. El enorme complejo turístico quedó libre para las tropas turcas, quienes lo tomaron como su “zona de control”, lo enrejaron de punta a punta y nunca más lo volvieron a abrir, haciéndola su playa privada.
Desde el ’74 que resorts, hoteles 5 estrellas, departamentos y todo lo que estaba en Varosha se está pudriendo y cayendo a pedazos, reclamados por la naturaleza en una escena surreal que pareciera salida de Life After People. Incluso hay fotos de una concesionaria donde autos modelo ‘74 quedaron juntando polvo en la vidriera.
Caminando lo más cerca posible de las rejas pudimos espiar un poco de esta ciudad fantasma.
En esta foto satelital se ve la clara diferencia en el color de los edificios dentro de la zona cerrada.
Negocio griego abandonado, en lo que es hoy territorio militar turco
Fue en el 2003, después de que la República de Chipre (parte Sur) entrara en la Unión Europea, que el presidente de Chipre del Norte hizo el anuncio que nadie esperaba. Después de casi 30 años de movimiento de gente entre un lado y el otro de la isla totalmente prohibido, la frontera se volvió a abrir. El gobierno del sur no dijo nada, y la gente se avalanchó para ser parte de este momento histórico.
Hasta antes de la apertura entrar a Chipre por el norte era considerado ilegal por el gobierno del sur, por lo que los turistas tampoco podían cruzar libremente. Ahora es un simple control de pasaporte sin siquiera un sello de por medio para los que tengan un pasaporte dentro del acuerdo Schengen, pero no para todos.
Lo confuso viene si con tu pasaporte necesitás la visa Schengen para entrar a la Unión Europea. Oficialmente solo podés visitar la parte sur si entraste a Chipre por el sur; pero si entraste por el norte y tenías pensado darte una vuelta por el lado griego, la línea verde deja de ser delgada, porque vas a tener que volar a Grecia (haciendo escala en Turquía porque el aeropuerto de Chipre del Norte no es reconocido internacionalmente) y de ahí volver a volar a Chipre, pero esta vez al sur. Mejor viajá por el norte y listo.
Pyla, este pueblo donde griegos y turcos todavía viven juntos, es una rareza, pero no un caso único en Chipre.
Viajando hasta el final de la península de Karpaz, ese “dedo” que se forma en el noreste de la isla que pareciera estar apuntando a Medio Oriente, llegamos a Dipkarpaz. Lo primero que vemos es una casa de té turca, como las que hay en todos los pueblos del norte, con los jubilados jugando tavla y fumando sin parar. Pero unos metros más adelante deja de ser un pueblo más; vecinas, mirándose la una a la otra, una mezquita comparte protagonismo central con una iglesia, aunque silenciada, porque las campanas de ésta no pueden ser sonadas. Que a la iglesia no le hayan agregado un minarete para convertirla en templo islamita es la muestra de que por acá todavía viven cristianos.
Como la casa de té al principio del pueblo, la kafeneio (casa de café) es el lugar de reunión de los griegos de Dipkarpaz. “No hay ningún problema entre la gente, los problemas los hacen los gobiernos”, nos dijo el dueño de uno de los mini-mercados.
Pero no todos piensan como en este pequeño pueblo. Muchos de los que hablamos creen que de volver a mezclarse alcanzará con un idiota que diga algo fuera de lugar para que los problemas empiecen otra vez. Los turcos piden autonomía, no quieren ser la minoría desfavorecida por un gobierno griego, sino una zona semi-independiente como pasa con la región de Kurdistán en Irak, mientras que los griegos dicen que con el gobierno turco en el medio y tantos turcos (de Turquía, no turco-chipriotas) que poblaron la isla, no podrá haber paz.
La unión será posible sólo cuando a los gobiernos les convenga, y la gente así lo quiera.
Vecinas en Dipkarpaz
Viajá con nosotros a otros países que (casi) no son países: Nagorno-Karabakh y Abjasia.
Con 19 y 21 años emprendimos un viaje que creímos sería de tres meses, pero se convirtió en nuestro estilo de vida. Diez años más tarde, seguimos descubriendo los rincones más remotos del mundo para eliminar la frontera más peligrosa: la que nosotros mismos creamos.
Más sobre nosotrosUn viaje a dedo de 47.000 kilómetros uniendo Asia de punta a punta durante tres años, desde Filipinas hasta Turquía, para descubrir lo que los medios eligen no mostrar.
Inspirados en los mensajes que nos llegan pidiéndonos un empujón para salir de viaje largo, creamos este libro para que pases de la motivación a la acción.
Hola! Tuve el enorme placer de vivir en chipre durante un poco más de un año, por trabajo de mi papá. Fué en el 2001/2002 y fué una de las expetiencias mas hermosas y gratificantes de mi vida. Cada zona tiene su encanto, una parte greco chipriota con su capital bien cosmopolita, y pueblito más alejados en donde reina el aire y las tradiciones griegas por cada rincón. Sin dudas la seguridad de toda la isla te permite camonar y desplazarte en cualquier horario.
Por otro lado una parte turco chipriota impregnada de todas las costumbres turcas, donde el regateo está a la orden del día, sin dudas las mejores playas están de este lado de la isla. Podés adentrarte en las callecitas llenas de mercadillos turcos, con sus productos y olores tradicionales a su exquisita comida.
Tanto en playas, como en monumentos, ruinas, y demás el lado turco es mucho más rico. Ellos no reconstruyeron absolutamente nada y todo sigue igual desde la.guerra y división de la isla.
Del lado griego todo es mucho mas limpio, ordenado y sin tanto ruido.
La gente de toda la isla es maravillosa, muy amables y colaboradores con el turista. Todos hablan inglés y les encanta hacerte sentir parte de sus costumbres y tradiciones, son muy hospitalarios. En cuanto a precios es muy económico. Para trasladarse lo ideal es alquilar un auto.
En el 2008 finalmente la isla volvió a unirse, y todos pueden pasar de un lado a otro, con controles pero sin las prohibiciones de antes. Tengo pendiente poder volver para ver esta nueva chipre ♡♡♡
¡Hola, María!
Hermoso lugar Chipre para pasar un año! Nosotros recorrimos principalmente la parte turca, porque investigando nos pareció que se adaptaba mucho más a nuestros intereses. Y no nos equivocamos, porque nos resultó alucinante. También estuvimos en la parte griega, pero solo en Nicosia y Famagusta, así que tendremos que volver para conocerla mejor.
¡Te mandamos un abrazo y gracias por el comentario tan completo!
Soy de argentina y hoy le compre una notebook a un turco-chipriota.. Por eso llegué acá y ahora me doy cuenta de estoy un tanto jodido! Me llegará el producto de un país q «no existe»..
Cosas de la globalización jaja. Bueno, que el país no sea reconocido más que por Turquía no significa que no vaya a llegarte la notebook. Y si ves que no llega aprovechá a hacerte un viaje para ir a buscarla!
Holaa! sí o sí es necesario llegar a chipre por algún aeropuerto o hay alguna ruta en barco? saludosss!!
Hola! Sí, se puede llegar en barco desde Turquía, de hecho así es como llegamos nosotros 🙂
Saludos y buen viaje!
Hola viajaré a Chipre en breve y buscaré trabajo preferiblemente en. Limassol ,soy española si alguien pudiera orientarme sobre búsqueda de empleo y de alojamiento ,un piso individual en Limassol y todo lo que me podáis contar ,aconsejar ,recomendar …. Muchas gracias
Hola Anna, cómo estás? Solo fuimos de forma temporal, no a trabajar. Se me ocurre que podrías postearlo en los grupos de Couchsurfing en Chipre para que los locales te puedan orientar.
Muchos éxitos!
Hola chicos!! Muy bueno el articulo sobre el problema chipriota, pero me he quedado con las ganas de saber la ruta que realizasteis por Chipre y conocer un poco alojamientos sobretodo de la parte norte que es mas difícil encontrar info. Con un pequeño resumen me conformo 🙂 Gracias de antemano.
Hola Pau, ¿cómo andás? Lo estamos haciendo 🙂
En cuanto al alojamiento, usamos Couchsurfing todo el tiempo y acampamos, así que no tenemos info sobre alquiler de habitaciones, pero ya subiremos la ruta.
¡Abrazo!
Yo tengo duda si me sellan el pasaporte del lado norte, ya no puedo salir por el lado sur?
Hola Manuel!
Según tenemos entendido, no hay problema en entrar por el Norte y salir por el Sur. Al menos eso es lo que nos comentaron, nosotros volvimos para Turquía luego.
Saludos y muchísimos éxitos!
¿Es posible, sin buscarse demasiadas complicaciones, entrar en la zona turca con un coche de alquiler para conocerla o es poco recomendable?
Soy un apasionado de todas las culturas mediterráneas y me gustaría disfrutar ambas partes de la isla. Gracias por anticipado por la respuesta. Saludos desde España.
Hola Luis! Sí, se pueden alquilar autos tanto en la zona turca como en la griega. Lo que no sabría decirte es si con el mismo vehículo podés recorrer ambas partes, pero locales de alquiler, hay.
¡Muchos éxitos!
La verdad que es muy interesante todo lo que cuentan, abriendo los ojos sobre lugares de los q muy poca gente conoce. Sabia de Chipre pero como dijiste al principio, solo de nombre, nada mas, ahora tengo un conocimento mucho mas amplio gracias a uds.
Les mando un abrazo grande, y sigan escribiendo este tipo de relatos que son maravillosos!!!
Cruz.
Hola Juan! Nos alegra mucho que te haya gustado la nota. Seguiremos escribiendo más sobre este tipo de cosas que normalmente se desconocen. Abrazo grande!
Hola Juan! Nos alegra mucho que te haya gustado la nota. Seguiremos escribiendo más sobre este tipo de cosas que normalmente se desconocen. Abrazo grande!
Uds. deben conocer esa alegre canción -creo que venezolana- que reza «Yo no sé de dónde soy, mi casa está en la frontera, y las fronteras se mueven como las banderas».
Es cierto que nadie sabe de donde surgieron esas rayas en los mapas que, cuando uno está en el terreno, suelen no tener ningún signo físico de realidad.
El otro día un par de mis nietos discutían por unos juguetes: «Qué ese es mío – Qué no, que es mío» Uds. saben cómo son los niños. La semana pasada las que discutían eran dos de mis nietas: «Dejaste tus zapatillas en mi cama! – No, la cama de abajo ahora es la mía porque… y vos dormís en la de arriba…» Uds. saben cómo son las niñas.
Es cierto, nadie sabe quién inventó las fronteras, probablemente sean una antigüedad. Probablemente sean fijadas y movidas -como dice la canción- por intereses discutibles y con frecuencia miserables. Probablemente cuando dejemos de ser niños (y no me refiero a la edad de las personas o de los países) sean innecesarias.
Lo que seguro no podemos hacer es desconocerlas: las estúpidas consecuencias suelen ser tremendas y dolorosas.
Ah, y es un problema que no se generó en ningún país de los que hoy conocemos, parece ser bastante más antiguo.
Exacto! Tal como dice la canción, las fronteras se mueven como las banderas.
Y sí, es algo que viene desde hace muuuuuuuuucho tiempo, y no parece tener una solución en un futuro cercano.
Muchas gracias por compartirnos tus palabras, abrazo grande desde Turquía!
Es una canción Uruguaya, del cantante Jorge Drexler, uruguayo y ganador del oscar. Saludos!