En Melaka, Malasia, decidimos ponernos en una plaza turística con fotos de nuestros viajes a donación. La experiencia nos ayudó a financiar meses de viaje. Te contamos cómo fue…
Algunos tienen miedo a viajar solos, miedo al aburrimiento, a no tener una mano derecha cuando las cosas salen mal. Otros le temen a la independencia, a dejar el cobijo de su terreno conocido y enfrentarse a la toma de decisiones. Muchos desconfían de sus propias condiciones, convenciéndose de que para vivir viajando les falta «lo que otros viajeros tienen», como hablar inglés, experiencia, o una habilidad particular que les asegure el éxito.
Pero hay uno que es el rey de los miedos, el que paraliza a la gran mayoría y les hace cerrar el mapa que venían trazando imaginariamente. Es incontable la cantidad de veces que nos hicieron la misma pregunta: «y si se les termina la plata, ¿qué hacen?».
Todos quieren una respuesta tranquilizadora a este acertijo indescifrable, y por eso nos lo preguntan tanto. Tratamos de explicarles que para viajar necesitan mucha menos plata de la que piensan, pero eso tampoco los deja conformes, porque sea mucha o poca, en algún momento se les va a terminar. También les decimos que el viaje, y en especial las ganas de seguir viajando, los van a llevar a encontrar las maneras de cumplir sus sueños.

Planeando el recorrido de «Eliminando fronteras»
Todos estos miedos tienen una raíz común, que es el miedo al fracaso. Miedo a que las cosas salgan mal por no ir a lo seguro, por entrar en un terreno desconocido. Miedo a volver y que nos digan «yo te dije que no te tenías que ir» y cuando estemos solos con la almohada pensar «para que lo hice, si hasta yo mismo estaba inseguro». Nadie está exento a estos miedos. Nosotros los sufrimos más de una vez y los seguiremos sufriendo, pero te podemos asegurar de que cuando los venciste una vez, siempre que vuelvan vas a estar listo para enfrentarlos.
Hay una frase que es tan simple como cierta: «el que busca, encuentra», y cuanto más corazón le pongas a esa búsqueda, más posibilidades vas a tener de encontrar lo que querés.
Fue así que las ganas de seguir viajando nos llevaron a encontrar distintas maneras de hacerlo, y para todos los que nos piden EJEMPLOS, el de Melaka tal vez sea uno de los más claros…
Te compartimos un tema que mucho tiene que ver con esto que estamos hablando:
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En busca de la libertad viajera
Ya habíamos estado en Melaka en noviembre de 2009. Fueron tres días intensos, caminando a orillas del río, explorando los templos del barrio chino, deleitándonos con el laksa, y entendiendo lo que veíamos a través de su historia: una de influencia portuguesa, holandesa, británica y china que se fusionó con la local.
Lo que no sabíamos durante esa visita era que, cuatro años más tarde, íbamos a seguir viajando, y volveríamos a caminar por el mismo río, a comer el mismo laksa y a ver el atardecer en las mismas ruinas. Menos sabíamos que Melaka iba a ser un punto clave para Eliminando Fronteras.
No te pierdas la guía sobre qué hacer en Melaka para planear tu visita.
Estábamos en Mersing, sur de Malasia, cuando nos llega un mail de Tang, hijo de los dueños de una guesthouse en Melaka, aceptando nuestra oferta de trabajar unas horas a cambio de alojamiento. Como ya habíamos hecho en Singapur, mandamos mails a varios hostels y hoteles para ofrecer nuestros conocimientos viajeros a cambio de que nos dieran un lugar para dormir por un mes. Varios respondieron, pero nos quedamos con la propuesta de Tang, con quien íbamos a poder vivir desde adentro la cultura chino-malaya.
Todo fue muy raro desde un principio. Tang parecía simpático por mail, pero personalmente ni nos hablaba. Tenía mucho miedo, y no solo a nosotros, sino también a sus padres, a quienes llamaba “jefes” por el simple hecho de ser los dueños herederos del hotel. Tampoco nos quiso revelar el nombre de su mamá. Fue ahí donde descubrimos que, en la cultura china, un empleado no puede llamar por el nombre a su jefe, entonces Tang nos dijo que la llamáramos simplemente “Lady-boss” (señora jefa), apodo al que nunca nos acostumbraríamos.
La primera mañana laboral pasó, y salimos a vivir el primer déja vú, aunque Melaka, al igual que nosotros, ya no era la misma.
La llegada del Hard Rock Café en la entrada a la parte histórica nos hizo dar cuenta de que esta ciudad tímida pero seductora le vendió el alma al diablo. Seguimos caminando, y entre templos budistas, hindúes y mezquitas, llegamos a los callejones donde todavía siguen viviendo las familias chinas tradicionales, donde las puertas están abiertas hasta tarde, y las ofrendas no fueron reemplazadas por puestos de suvenires.
Mientras caminábamos al costado del río, pensamos… ¿te imaginás si nos ponemos acá a vender postales? Antes de la visualización del éxito, lo primero que apareció fue el miedo al fracaso: «No, pero acá eso no lo hace nadie. En Latinoamérica o Europa están acostumbrados a ver mochileros vendiendo artesanías, pero imaginate cómo nos van a mirar, nadie va a entender nada».
También pensamos que la gente no iba a querer ayudar a un extranjero que hacía «negocios» en su país, y que los turistas nos iban a mirar mal por estar «robándole el trabajo a los malayos».
Había que tomar una decisión: si lo hacíamos había muchas chances de que todos nuestros miedos se cumplieran, pero si no lo hacíamos nos quedaríamos con la duda para siempre .
Esa misma noche seleccionamos cincuenta fotos de todo este tiempo viajando. No fue fácil hacer la selección entre taaaaaantas fotos, pero reencontrarnos con esas imágenes fue revivir cada experiencia. También fue un momento para frenar, mirar para atrás y darnos cuenta de todo lo que habíamos vivido.
Estaban las fotos del primer día de viaje en el aeropuerto, antes de dejar Buenos Aires, las del último día de trabajo en Nueva Zelanda antes de conocer el Sudeste Asiático por primera vez, las de los koalas y canguros en Australia, las que nos sacamos en Irán con las familias más hospitalarias que hayamos conocido, las que estamos junto a las yurtas mongolas, otras rodeados de fama en Bangladesh, acompañados de ratas en un templo de India donde las veneran, y las del día que salimos en la televisión china.
La selección fue ardua, fue como hacer un compilado viajero en solo una noche. Con el pendrive cargado de momentos, fuimos a buscar un lugar para plasmarlos en papel.
El primer día que nos pusimos con la lonita al costado del río con nuestras postales fue un domingo. Había gente por todos lados, y sentíamos que las miradas estaban puestas en nosotros. Debemos confesar que sentimos miedo. Miedo al fracaso, miedo a volvernos con las 50 postales, miedo a pasar el ridículo sentados en la lonita, miedo al qué dirán, miedo a los otros vendedores, miedo a perder.
Pero cuántas cosas perdemos en la vida, solo por miedo a perder. Cuántos viajes que nunca se concretan por miedo a romper con la rutina, a perder la seguridad que nos brinda la zona de confort, a estar en un lugar donde nada nos es familiar, ni siquiera nosotros. Y perdemos, porque no nos animamos a ganar.
Si le hubiésemos hecho caso al miedo, la verdad es que no hubiésemos elegido las fotos, ni armado las postales, ni sentado en una lonita con el mapa. Pero lo hicimos, y hoy podemos cosechar lo que sembramos.
Solo el día que dejes de tener miedo, vas a empezar a disfrutar.
Cuando decidimos no ponerles un precio fijo, sino darlas a donación, otra lluvia de preguntas nos atormentó. ¿Y si no llegamos a cubrir los costos? ¿Y si la gente no entiende el sistema? Bueno, es verdad que algunos no entendían el sistema, pero la ventaja de hacerlo en Malasia es que casi todos hablan inglés, y les pudimos explicar.
Antes de hacerlo pensamos que los únicos que podían interesarse eran los turistas no asiáticos, pero justamente sucedería lo contrario. Lo que en un principio nos generaba dudas, sería lo que atraería a tanta gente: ver a dos viajeros en una plaza turística, con un mapa, sus mochilas y muchas fotos, era algo que a todos llamaba la atención.
Como siempre pasa, la gente atrae a más gente, y en cuanto uno se acercaba se formaba un tumulto alrededor nuestro interesadísimos en la historia que estábamos contando y en ayudar con el proyecto. No solo que cubrimos los costos, sino que después de ese mes en Melaka y un fin de semana haciéndolo en Penang, lo recaudado con las postales nos permitió viajar durante 5 meses por Malasia, Myanmar y Tailandia.
¿No hay problemas con la policía?
Era un martes cualquiera, estaba nublado, y dudábamos en ir a “postalear” (podríamos agregar esta palabra al diccionario mochilero, ¿no?). Cargamos las postales a la mochila y fuimos a nuestro lugar. Y digo «nuestro», porque después de casi dos semanas ya lo sentimos como nuestra casa. Entre los rickshaws que llenan de color las calles de Melaka vimos dos «hombres de azul” caminando a nuestro encuentro. No eran policías, sino empleados de la municipalidad. Nos miramos, y decidimos que ante cualquier situación nunca teníamos que perder la sonrisa, el arma más poderosa.
Ellos tampoco sabían bien cómo tratar la situación inédita, así que les contamos sobre nuestro proyecto, sobre los casi cinco años viajando, les mostramos las postales y les aclaramos que no tenían precio fijo. Nos miraron con cara de pocas palabras, nos pidieron que levantáramos campamento, y que al día siguiente fuéramos a la municipalidad. No podíamos seguir ahí sin un permiso.
¿Eso significó el fin de las postales marcopólicas? De ninguna manera. Siguiendo la norma “dress for success”, nos pusimos la mejor ropa que encontramos en nuestras mochilas, agarramos las postales, el mapa con el recorrido de Eliminando Fronteras, y salimos rumbo a la municipalidad.
No hace falta describir una oficina pública: gigante y con muchos empleados sin nada para hacer, donde cada uno de ellos te deriva a otro sector (¿será éste un fenómeno mundial?). Y así fue como que, después de explicar la situación más de seis veces, llegamos a la oficina de Ahad, quien quedó totalmente asombrado cuando le contamos que estábamos cruzando Asia de punta a punta a dedo. Nos dijo que no necesitábamos tener un permiso para esto, porque al no haberles puesto un precio fijo no estábamos vendiendo, pero nos hizo una carta para que no tuviéramos problema si nos llegaban a querer sacar otra vez, con sus datos personales para que lo contactáramos por cualquier cosa. En agradecimiento, lo mínimo que podíamos hacer era darle varias postales de recuerdo con una dedicatoria, pero no las quiso aceptar sin antes dejarnos su colaboración.
Mientras bajábamos las escaleras de la municipalidad y nos acercábamos a la parada del colectivo, no podíamos creer todo lo que había pasado. Llegamos a Melaka sin planes, terminamos vendiendo postales, nos sacaron por no tener permiso, y ahora nos estábamos yendo con una carta de autorización firmada. Y además de todo eso, habíamos vendido una postal en la municipalidad sin quererlo.
Como si fueran los salvoconductos que Kublai Khan le dio a Marco Polo, necesitaríamos la carta de Ahad dos veces durante las dos semanas restantes.
“Quien realmente quiere algo, encuentra la forma. Los demás encuentran razones y excusas”
Pasó el mes en Melaka. Pasaron las tardes de postales junto al río. Nos llevamos mucho más que energía para seguir viajando. Estar sentados con el mapa del recorrido nos permitió conocer muchísima gente que de otra manera ni hubiésemos cruzado.
Conocimos la historia de Teresa y Bruno, una portuguesa y un brasilero que llegaron a Malasia desde Portugal viajando en bicicleta y a dedo, siendo la música que creaban en el camino su propio sustento.
También conocimos a Oscar, un español que anda dando vueltas por el mundo hace varios años, y nos pudo contar unos meses más tarde su experiencia en Corea del Norte.
Nos hicieron una entrevista para un documental de la ciudad, otra para una web de Singapur y otra más para un blog italiano. No nos olvidemos de Thien, un vietnamita que volveremos a ver cuando visitemos su país, ni de Neuman, un pakistaní que estudia en Kuala Lumpur y nos hizo sentir en su país por un ratito. Una chica de Papúa, varios de Taiwán y China y más todavía de Singapur, quienes nos dejaron sus contactos para que los visitemos durante nuestro viaje.
¿Cuál es la formula mágica para viajar tanto tiempo?
Nos hicieron esta preguntara más veces de las que podemos recordar. La respuesta deja desconcertado a más de uno: tener ganas, estar convencidos de que se puede, de que no hay sueños imposibles, por más de que mucha gente quiera hacer creer lo contrario, y tomar las decisiones con el corazón, por encima de la razón.
«Solo una cosa vuelve un sueño imposible: el miedo a fracasar» – Paulo Coelho
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Hola chicos! Hace muy poco los descubrí y me encanta leerlos. Hace rato que tengo la idea de comercializar mis fotos, y las postales es una buena opción. Mí pregunta tiene que ver con cómo las imprimen, si en un laboratorio con papel fotográfico o en una gráfica con papel ilustración. Porque los costos son distintos, claro.
Les dejo un cariño y los sigo leyendo, esperando me cuenten cómo lo hacen.
Romina
¡Hola, Romina!
Las que ves en este post simplemente las imprimimos como foto y las pegamos sobre cartulina negra. Las que tenemos ahora ya las imprimimos como postal, y desde ya que hay diferencia.
¡Éxitos!
Chicos, consulta ¿cómo hicieron las postales paso a paso? Porque es una de las ideas que tengo en mente para mi próximo viaje. Desde ya, muchas gracias y buenas rutas
Hola Agustín,
No hay mucho misterio con las postales: imprimimos fotos nuestras y las pegamos sobre una cartulina negra. Del otro lado escribimos el destino y las pusimos adentro de bolsitas de plástico transparentes.
¡Éxitos!
hola, todo bien? aqui Joaquin desde Piriapolis, Uruguay
bueno , les cuento he viajado varios años por sudamerica siempre haciendo musica y me sustentado mis viajes con ello. Ahora me pico el bichito por ir a sudeste asiatico y tengo dudas de que se pueda realizar esta actividad, ya sea pasando la gorra o que te contraten en locales sin ser deportado. ¿que opinan al respecto?
desde ya muchas gracias, un abrazo y excelente la pagina !!
¡Hola, Joaquín!
Nosotros te podemos contar nuestra experiencia, que en Malasia fue muy buena vendiendo postales. También lo hicimos en Taiwán y Corea del Sur, siempre con la mejor onda de la gente y ningún problema con autoridades. En Japón fue bastante distinto porque algunas veces nos sacaron, pero conocimos a una pareja que viajaba haciendo música en la calle y les fue excelente. Según nos contaron, Japón fue e mejor país de todos para hacerlo.
En Malasia creemos que puede andar bien, pero en Singapur es muy probable que eventualmente vengan a pedirte un permiso, y la verdad preferimos no arriesgarnos porque son bastante estrictos con sus reglas. En los otros países la economía no ayuda como para recaudar en la calle, pero en zonas muy turísticas, como las playas de Tailandia, quizás podrías ofrecer el show en los bares.
¡Abrazo!
Muchas gracias por la buena onda.. Buenas vibras!!
Joaquín no sé si ya te fuiste a Asia, yo y mi mujer somos Uruguayos y estamos planeando un viaje desde España a ssia por tierra (a dedo) ojalá nos encontremos en algún momento. +34642917564 mi WhatsApp
Hola, mi mejor amiga y yo hemos decidido ir el proximo año a europa y tenemos pensado llevar artesanías para vender allá y cosas muy mexicanas y con eso poder sobrevivir, creen que si es buena idea?
Hola Lucía; nosotros no hicimos nada parecido en Europa, por lo que no sabría decirte. Por experiencia de otros viajeros conocidos, suelen ser bastante más estrictos con el tema de papeles, pero depende del país.
Hola! Me encanta leer todas sus experiencias! Enserio que cada día me motivan más a salir y explorar el mundo y enserio que ganas no me faltan, pero sólo tengo como una dificultad que es la barrera del idioma ya que el inglés lo manejo en un 25% y pues en base a su experiencia me recomendarian lanzarme así o primero dominar bien eso del idioma? Y si lo hago por donde me recomiendan ustedes empezar? Saludos desde México y espero su respuesta y buena suerte! ^^
Hola Gera… no sabemos qué será para vos un 25%, pero conocimos muchos viajeros que hablaban casi nada de inglés e igualmente estaban recorriendo. Claro que el inglés es el idioma que más lejos te va a llevar en los lugares donde no hables el idioma local o alguno parecido, y también te va a limitar a las conversaciones que puedas tener con viajeros de otros países, pero todo lo que tiene solución no deberías verlo como una traba, sino como un desafío. Los idiomas se pueden aprender, o al menos tener un conocimiento como para no sentirte inseguro. Podés empezar a viajar por latinoamérica mientras lo estudias y practicas con viajeros, hasta que te sientas más tranquilo como para ir a otros países.
Un abrazo!
Buenisimo el relato de las postales , yo salgo con postales también y tenia el miedo que no te lo permitieran , es bueno saber que hay soluciones alternativas 🙂
Buenos días Dani, me gustaría decirte que me maravilla vuestra manera de vivir tan plenamente cada instante de vuestra vida. Hace poco viajé por primera vez y cuando regresé comprendí perfectamente vuestro deseo de no parar de viajar.
Pero también me gustaría pedirte consejo sobre la venta de postales. Hece tiempo leí este post y me ha inspirado para hacer yo algo parecido, ya que recientemente me compré una cámara y me gustaría poder ampliar mi «fuente» de ingresos. Quería preguntarte si el papel sobre el que imprimis las postales es papel fotográfico del típico brillante o si bien usáis otro método mas barato y que también quede bien. Mi intención es hacer collages y fotos turísticas y también me gustaría dejarlo a precio libre pero con el gasto de la impresión no se si podría…
Si me pudieras orientar un poquito te lo agradecería.
Saludos desde España, de vegana a vegetariana 😉
¡Y mucha suerte!
Hola Alba! Viste que adictivo se puede volver esto de viajar?
Lo que hicimos nosotros en Asia fue imprimir las fotos de manera convencional y después pegarlas sobre cartulinas de colores, principalmente por un tema de costos.
Ahora que estamos en Argentina se volvio más profesional jaja. Conseguimos buen precio para imprimirlas como postal en una imprenta, en lugar de una casa de fotos.
Lo del precio te recomendamos que lo pruebes. A nosotros en Asia (Malasia, Taiwán y Corea del Sur) nos funcionó mucho mejor ponerlas a donación, ya que la gente no compraba una postal, sino que colaboraba con una historia.
Lo mejor con esta nueva aventura!
Saludos desde Buenos Aires… de veganos a vegana
hola chicos!!!me acorde de ustedes que los lei una vez y pensando como hacer dinero me acorde de las postales mi proposito no es la de viajar por el mundo pero si costearme un tratamiento para curarme el pie que tuve un accidente asi que en vez de quejarme que no tengo ese dinero paso a la accion mi pregunta….cual fue el metodo convencional??papel de foto o papel de papel???y vi que les pusieron un plastico como hicieron mil graciasssss por ser tan cercanos y mira por donde ayudan a gente que yo que necesita abrazos gigantesssssss
Hola Alejandra, nos parece fantástico que no te quedes de brazos cruzados y busques la manera de superar los obstáculos!
En viaje lo que hicimos fue imprimir las fotos en una casa de fotografía, pegarlas sobre cartulina de color y ponerlas adentro de una bolsita de plástico de ese tamaño.
En Buenos Aires las imprimimos como postal en una imprenta porque es más barato que imprimir fotos y queda mejor, pero esto en Asia era muy caro.
Éxitos!!!
Me gusto mucho leer su blog, me gustaron los ejemplos que dan. Es la primera vez que leo a alguien que al menos explica de manera concreta cómo se va haciendo dinero en el camino. Todo viene desde adentro, entender que caminos encontraron ustedes es inspirador, y claro que entiendo que la imaginación es el límite! pero leer sobre cómo lo hacen ustedes empieza a abrir mi mente un poco.
Gracias!
Muchas gracias por tus palabras, Mabilia 🙂
Gracias por compartir sus experiencias de viaje !!! Y es muy cierto que el miedo es nuestro peor enemigo !!! Perseguir un sueño sólo es posible si lo hacemos desde nuestro corazón venciendo nuestros miedos !!! Namaste !!!
Hola amigos, solamente en Malasia postalearon o tambien se animaron en otros lugares? saludos!
Hola Mauricio! También lo hicimos en Corea del Sur y Taiwán!
Se los agradezco infinitamente, me acaban de regalar una segunda re-vision en la vida.
Escribí en mi espejo «marcandoelpolo» para que no se me olvide que:
Hay gente tan loca-linda, maravillosa y guía de vida como ustedes….
Un millon de gracias
Besos Abrazos miles de millones jjjajajajajaj
Hola Maya! Qué lindo leer tu mensaje!!!!! Nos llenaste de felicidad 🙂
Nunca, NUNCA, te olvides de que en alguna parte del mundo hay alquien haciendo su sueño realidad. El próximo paso es hacer que esa persona seas vos!
Abrazo enorme desde Uzbekistán!
Chicos, la verdad que son unos genios!
En mi caso, hace unos años cuando me subí a un avión por primera vez, me dije que era lo que quería, viajar por el mundo! Así lo voy haciendo de a poco y cuando mis vacaciones me lo permiten, pero la insatisfacción de no poderlo hacer tan seguido como quisiera, me está matando! Habrá que soltar los miedos y darle rienda suelta a los sueños!
Son una verdadera inspiración! Sigan así!
Que buen ejemplo de que hay que ser fiel a lo que uno quiere!!! que el éxito de sus ideas continúen siempre a los largo de de todos sus viajes!!! ÉXITO Y GRACIAS POR COMPARTIR SUS EXPERIENCIAS!!!
MUY INSPIRADOR, ME TRANSMITE MUCHA FELICIDAD Y GANAS DE SEGUIR ADELANTE… CONGRATULATIONS!!!!!
Muchas gracias por la buena onda! Abrazo!
Qué linda historia, y si, «postalear» es un verbo que los viajeros lo hemos conjugado. Me hacen recordar cuando nos lanzamos igual al «nego» de las pulseritas de macramé. Nunca habiamos hecho eso, pero nos decidimos…en Argentina!! En Tigre. Teniamos un miedo enorrme; porque ademas nos sentiamos «osados» de hacer eso en la meca de los viajeros jajajaja ( Tenemos tantos y grandes hermanos argentinos que recibimos en Couchsurfing en Ecuador o conocido en nuestro viaje y que nos inspiran con su fuerza de voluntad)
Me encanta leerlos. Abrazos
Adelante con las pulseras de macramé! Tendríamos que agregar palabras como «postalear» y «pulserear» al diccionario 🙂
Dieron en el clavo con el post, las palabras justas!
Estoy recorriendo Argentina en moto, de punta a punta y dejándome llevar por la ruta… hago cuadernos viajeros con fotos tomadas durante el viaje, y la sensación de la primera vez que tiré el paño y me puse a vender (a orillas del Lago Puelo, nada podía salir mal jaja) fue tal cual la describen ustedes. Los miedos, la inseguridad, escondiéndome del guardaparques por las dudas de vaya uno a saber qué… trabajé de todo pero nunca de vender objetos hechos 100% artesanales por mi, salir de esa zona de confort y ver que es posible, fue una sensación increíble. En fin, el viaje sigue, así que gracias por hacerme volver a ese momento, y tenerlo siempre presente, es la única forma de superarlo si vuelve a aparecer!
Abrazo grande!
Hola Hernán! Qué bueno lo que nos comentás!! Felicitaciones por haberte animado, por haber confiado en vos y en tus talentos.
Por muchos kilómetros más!!!! Esperamos que la ruta nos cruce en algún momento.
Abrazo grande!
Chicos, acabamos de leer este post. Nos ha llenado de buena energía. Realmente sois una inspiración a todos los niveles. Muy tracks! Gracias por compartirlo
Como gente que hace lo que disfruta, ustedes también son una inspiración. Fue un gusto grande conocerlos.
Les mandamos un gran abrazo!
Tienen razon «las dudas son traicioneras y muchas veces perdemos el bien que hubieramos podido lograr por miedo a intentarlo».que sigan los exitos con el viaje!!!
Increíble se aplica a cada momento dela vida
Emocionante chicos, de verdad. La manera en que cuentan y viven su vida es una inspiración para muchos, porque no alcanza solo con vivrlo, sino también con saber contarlo. Gracias por compartir esta historia de superación!!
Hola María!! Muchas gracias por la buena onda!!!! Nos llenan de felicidad tus palabras.
Saludos!!!!
me encantó, gracias por compartirlo!!!! 😀
Chicos, sus entradas siempre terminan convenciendome más de que las decisiones que estoy tomando son correctas. Puede sonar cursi, pero es verdad cuando dicen que hay que seguir lo que dicte el corazón, por más que la razón diga lo contrario. Un abrazo!
Buenísimo Kuranto que tengas convencimiento de lo que estás haciendo, ya sea antes o después de leer nuestros posteos jaja, es la única manera de lograr lo que querés. De a poco la razón y el corazón se irán poniendo de acuerdo.
Te deseamos éxitos en lo que sea que estés emprendiendo.
Abrazo grande!
chicos que verdad la que dicen!!! yo también empece en NZ y ahora estoy en Taiwán, igual estar viajando sola para mi fue bien fuerte al principio, pero después aprendes a conocerte, conocer nueva gente y estar abierta a las posibilidades … y nada sólo hay que querer hacer las cosas! les deseo lo mejor chicos, sigan viajando, conociendo y aprendiendo, abrazos gigantes!
Hola Karina! haber superado las incomodidades iniciales de estar viajando sola es un gran logro que no todos pueden
Nosotros también tenemos a Taiwán en carpeta para el año próximo. Vimos que comiste en un restaurante muy famoso, pero sabías de ese donde te sirven en pequeños inodoros y está ambientado como un baño? se llama Modern Toilet, está en Taipei jaja.
Seguí disfrutando de la vida, tanto en el baño como afuera jaja 🙂 Besos
Son unos genios chicos. Gracias 🙂
Voy a tener esto en mis marcadores para leerlo cada vez que me asalte el miedo a seguir con esto en la cabeza! Éxitos y más éxitos!
Giuliana, mejor llevate una notita siempre en el bolsillo que diga «no tendré miedo» por si no tenés conexión cuando te amenaza.
Así que estás leyendo a Kerouac? Grandísima inspiración.
Éxitos y más éxitos para vos también!!
GRACIAS! sus palabras me movilizaron mucho. Lo que dicen, cómo lo dicen, lo que vivieron. Todo vivido desde el corazón.
Ya sé qué (re)LEER cuando los miedos se acerquen…
Gracias Nati… es simplemente como vos decís: vivir y expresarse desde el corazón. Nos alegra haber podido transmitirte nuestros sentimientos.
Te mandamos un abrazo grande!
Que lindo que les haya ido tan bien!! Estan en Tailandia ahora? para donde siguen???
Hola Cami! Si, estamos en Tailandia y el próximo destino es Laos, pero todavía queda mucho por recorrer por acá. 🙂