En esta vida viajera, cada día es una caja de sorpresas. Una caminata sin rumbo fijo puede terminar en un casamiento. Uno nunca sabe lo que puede traer la marea…
Ya te contamos que Penang nos encantó, y que decidimos frenar acá un par de semanas para sumergirnos en sus calles, para descansar, y para dejar que las cosas fluyan. Estar más tiempo en el lugar nos permitió apreciar el arte callejero a la mejor hora y con la mejor luz, ver la exposición de las fotos ganadoras del World Press Photo –y cuestionarnos por qué una foto para ser ganadora tiene que mostrar el peor lado de lo humano-, encontrarnos con Álvaro y Lau de Klando va de viaje, acampar en el Parque Nacional y encontrar el kopitiam que hace los mejores Roti Boom de la isla. Y eso no es todo: también fuimos invitados, no sólo a uno, sino a dos casamientos sikhs. Sí, como siempre te decimos, viajar lento tiene sus beneficios…
Listas para el casamiento
Nuestro primer encuentro con esta religión fue en Junio de 2011, cuando visitamos el Templo Dorado en Amritsar, máximo lugar sagrado para los fieles de esta religión. Es como la Mecca para los musulmanes… todos sueñan con estar ahí al menos una vez en su vida. Entramos por la puerta grande, grande en todo sentido. El Templo Madre recibe a miles de peregrinos cada año, y trata por igual a los fieles y a los infieles –o sea, nosotros-, brindándoles alojamiento y comida sin costo alguno. Fue ahí donde comimos el mejor arroz con leche de nuestras vidas (si pensás que este postre es feo y que es algo del pasado, esperá hasta llegar ahí). Nunca antes habíamos escuchado hablar de los sikhs, ni mucho menos sabíamos en qué creían ni los detalles de su religión. Desde ese momento, empezamos a leer más sobre el tema y, sin quererlo, cada vez veíamos más Sikhs en la calle o nos topábamos con un templo que antes ni siquiera sabíamos lo que era. Es como cuando aprendés una palabra nueva, que después la empezás a leer en todos lados.
Buscando un puestito de comida que nos habían recomendado, pasamos por el templo Sikh de Penang. Apenas entramos, se nos acerca un hombre que iba a rezar, y nos comenta que ese fin de semana teníamos el honor de ser parte de dos casamientos. “Sí, por favor, vengan, va a haber mucha comida típica, les va a gustar. Los festejos empiezan a las 10 am”. No podíamos tener un mejor plan para el fin de semana.
El Sikhismo es una religión que surgió hace alrededor de 500 años en la zona de Punjab, en el Norte de India y Pakistán. Creen en un único dios, y las enseñanzas fueron dejadas por diez maestros espirituales, que llaman gurúes, y están recopiladas en el libro sagrado Siri Gurú Granth Sahib. Este libro cumple la misma función que la Biblia para los católicos, pero es mucho más venerado, ya que se lo considera como el gurú eterno y merece el máximo respeto.
Si viajaste por Asia, lo más probable es que hayas visto un Sikh, aunque pienses que no. Es mucho más fácil reconocer a los hombres, ya que tradicionalmente no pueden cortarse ningún pelo, ya que sería faltarle el respeto a la creación de Dios. Lo primero que vas a notar es su barba larga y su turbante, que cambia de forma y tamaño dependiendo de la edad. Cuando son chicos llevan el clásico rodete arriba de la frente, después el pelo sigue creciendo y se lo enroscan formando un gran turbante cada vez más grande. Bueno, eso si son conservadores, porque las tendencias modernas hacen que los jóvenes usen un pañuelo en lugar de un turbante y se corten el pelo y la barba, para el disgusto de los líderes religiosos. Si son muy conservadores, vas a notar también que lleva un brazalete plateado y una daga. Y si lucen todo esto, 99% de las posibilidades es que también están vistiendo un calzoncillo especial, hecho de algodón. Bueno, no tiene mucho de especial, pero es lo que tienen que vestir de acuerdo con la tradición. Pero eso no lo vas a ver…
Además, los hombres agregan Singh a su nombre, que significa león, y las mujeres Kaur, que significa princesa. Reconocer a una mujer es más difícil, ya que se visten igual que las hindúes.
Llegó el fin de semana y nos preparamos para ir a la gran fiesta. Pero… ¿qué nos ponemos? Para entrar a un templo Sikh, tanto hombres como mujeres deben tener la cabeza cubierta. Además, las mujeres tienen que vestir pantalón o pollera larga. Por los zapatos no hay problema porque hay que descalzarse, así que nos pusimos lo que nos parecía más adecuado para la ocasión y partimos rumbo al templo.
Seamos sinceros: cuando uno va a un casamiento o a una fiesta de quince, lo primero que piensa es en lo que habrá de comer. Después vendrá el vestido de la novia, las charlas con los otros invitados, y las fotos, pero primero lo primero. Y así fue. Apenas pasamos la entrada al patio del templo, se nos acercaron dos señoras y nos señalaron que fuéramos a desayunar.
Son las 10 am y en este preciso momento es cuando agradecemos estos casi cinco años de viaje por países con distintas costumbres gastronómicas, que hicieron que nuestro estómago pueda soportar casi cualquier cosa sin importar la hora de día. Estando en Argentina, comernos un plato de fideos como desayuno podía parecernos raro (aunque vamos, nos vas a decir que nunca te agarraste una porción de pizza o de tarta cuando viniste de bailar a las 6 am), pero ahora ya no. Es más, lo preferimos más que unas tostadas con manteca. Vale aclarar que los sikhs son vegetarianos, así que cualquier cosa que nos dieran para comer, por más rara que pareciera, iba a estar bien.
El menú para el desayuno vino muy completo: fideos saltados con vegetales, chapati (pan indio sin miga), karipa (viene de curry puff, una especie de empanada frita rellena de vegetales con curry), arrolladito primavera, y dulces varios. Todo esto acompañado por un té de jengibre, que estaba más rico de lo que te imaginás.
Terminamos de desayunar y le preguntamos a un señor alto y con un turbante muy grande y prolijo, a qué hora comenzaría la ceremonia, y nos comenta que ya había empezado. Nos sorprende ver la cantidad de invitados que sigue en el patio del templo comiendo, parece que no les importan los novios sino que vinieron solamente por la comida.
Subimos rápido al templo, no queremos perdernos ni una parte del evento. Antes, tenemos que sacarnos los zapatos. Hombres por un lado, mujeres por el otro. Cuando llegamos arriba, tenemos que lavarnos las manos y los pies antes de poder poner un pie en la suave alfombra de la sala principal. El lugar está lleno, y hay gente por los pasillos. En la puerta hay una señora que acepta las donaciones para los recién casados, y les entrega a quienes donan un billete de 1 Ringgit (lo que equivale a USD 0.30 aproximadamente) que después van a tener que dejar simbólicamente en una urna al lado de la pareja. Los nenes corren de acá para allá, quizás pensando en el almuerzo, quizás pensando en el día que ellos estarán sentados ahí frente a todos. En el fondo, el libro sagrado es el centro de atención, y cada unos segundos, el encargado de llevar a cabo la ceremonia le pasa un plumero especial para evitar que se ensucie con el más mínimo polvo. Los novios, de espaldas al público y de frente al libro, no parecen estar muy contentos. Quizás sea un matrimonio arreglado, quizás no. No lo sabemos. Lo que sí sabemos es que no son tan jóvenes. Es que para los sikhs, el matrimonio sólo debe realizarse cuando una persona es capaz de asumir todas las responsabilidades de esta nueva etapa. El matrimonio infantil está prohibido.
Parte de la ceremonia fue en inglés, así que pudimos darnos el lujo de entender una de las frases que más nos marcó de toda la ceremonia: “No pasen tanto tiempo en el Facebook, sino que dedíquenle esas horas por día al faith book”, decía uno de los líderes religiosos refiriéndose al libro sagrado.
Sí, ya te contamos que el libro Siri Guru Granth Sahib es lo más importante para los Sikhs, tanto que es el testigo máximo del matrimonio, y éste queda consagrado cuando la pareja da cuatro vueltas alrededor del mismo. Nada de “sí, prometo”. El hombre va adelante guiando a la mujer, quien está unida al marido con un lazo de tela. Muchas veces dan estas cuatro vueltas con los ojos cerrados, y los familiares y amigos más cercanos les van indicando el camino. En cada vuelta están recordando que el libro es el centro de sus vidas y la comunidad es lo que les brinda apoyo.
Ya pasó una hora desde que subimos. Los invitados se empiezan a impacientar y, de a poquito, empiezan a bajar y espían el comedor. No, todavía no está listo el almuerzo, así que vuelven a acomodarse en su lugar en el piso del templo. Los novios ya están casados frente al Gurú, pero ahora les queda el papelerío: una firmita por acá, otra por allá, y ya casi se pueden ir a relajar. Se nota que hay mucha tensión y nervios entre la pareja y sus familiares. Todos están encima de ellos, y ante el mínimo movimiento que hacen, tienen a la madre o hermana atrás acomodándoles la ropa.
Termina la ceremonia y no tiran arroz, ni rompen platos como los griegos. Tampoco bailan. Los invitados se acercan a la pareja y hacen cola para sacarse fotos, mientras que los demás bajan a comer. El almuerzo está servido.
Si bien desayunaron hace menos de dos horas, la mayoría de los invitados se impacienta para tener su ración. Como en toda comida asiática, el arroz no puede faltar. Pero ojo, no pienses que el arroz siempre es el mismo y que es aburrido. Como es una ocasión especial, está “divertido”, y hasta hay dos versiones, una salada y una dulce. Tampoco puede faltar el chapati, que ya saboreamos en el desayuno. Todo esto va acompañado del clásico dhal, un plato típico indio a base de lentejas, un curry de vegetales y, por último, un plato a base de yogurt y garbanzos. Todo estaba riquísimo, y voluntarios pasaban por las mesas preguntando quién quería repetir. No olvides que el sikhismo tiene origen en India y la mayoría de los fieles son descendientes de inmigrantes de ese país, por lo tanto mantienen las costumbres.
En un casamiento sikh nada del tío borracho, ni brindis, ni cerveza. Los sikhs no toman alcohol, entonces las bebidas que acompañan la comida son siempre té de jengibre y agua.
Lo mejor de todo, es que después de comer cada uno se lava su plato. ¿No sería buenísimo si fuese así en todas las fiestas? Hay muchas cosas que tenemos que empezar a implementar…
Después de la comida, lo que uno más mira son los vestidos. Primero el de la novia, después los de las invitadas. En el casamiento Sikh no podíamos dejar de mirar todo esto que era tan ajeno a nuestras costumbres. Tanto que nos sentimos que podíamos ser el jurado para la primera edición de los Premios Marcopólicos. En este caso, al mejor y peor vestido. Participan hombres y mujeres por igual, ¡nadie se queda afuera!
Puf, tenemos un trabajo duro. Mejor pidamos ayuda a algunos de los invitados.
Bueno, nos decidimos. Fue duro, esperamos no herir los sentimientos de ninguno de los invitados, pero sólo tenemos tres premios y deben ser entregados.
Chan Chan… suspenso. Se siente el aire tenso en la sala, pero tenemos que seguir con la entrega.
¿Creés que la elección fue justa? ¡¡Queremos saber tu opinión!!
Pájaro que comió, voló. Apenas pasado el almuerzo, los invitados empiezan a saludarse, y cada uno a su casa. Nos quedamos un rato dando vueltas haciendo la actividad que más nos gusta: people spotting. Pensamos en el primer día que hablamos con un Sikh, en Amritsar. Pensamos en lo que debe pensar la mayoría de la gente cuando se cruza por la calle a estos hombres serios, con barba larga y turbante. Pensamos en cómo se sentiría un Sikh en Argentina, por ejemplo. Pensamos sobre qué pensaríamos nosotros al ver un sikh si nunca hubiésemos tenido la posibilidad de viajar. Y sonreímos, por dentro y por fuera, por haber eliminado fronteras una vez más.
Decidimos que era hora de volver a nuestra casa temporal en Penang, pero al ver que encaramos para la puerta, viene una señora corriendo y nos da el mejor suvenir de casamiento que hayamos visto jamás: un postre. Nos vamos con la panza llena, pero sobre todo, con el corazón contento.
¡Queremos saber más! ¿Cómo son las fiestas de casamiento en tu país? ¿Fuiste invitado a alguna mientras viajabas? ¿Dónde te gustaría casarte?
Con 19 y 21 años emprendimos un viaje que creímos sería de tres meses, pero se convirtió en nuestro estilo de vida. Diez años más tarde, seguimos descubriendo los rincones más remotos del mundo para eliminar la frontera más peligrosa: la que nosotros mismos creamos.
Más sobre nosotrosUn viaje a dedo de 47.000 kilómetros uniendo Asia de punta a punta durante tres años, desde Filipinas hasta Turquía, para descubrir lo que los medios eligen no mostrar.
Inspirados en los mensajes que nos llegan pidiéndonos un empujón para salir de viaje largo, creamos este libro para que pases de la motivación a la acción.
Hola gracias me encanto…les pido ayuda en argentina tengo una familia sijk amiga y ellos me honraron en navidad y deseo regalarles algo y no se me ocurre que puede ser q no los ofenda….ayuda por favorrrr…gracias
Hola, María.
Honestamente, no se me ocurre nada en particular que pudiera ofenderlos. Solamente usar el sentido común como con cualquier otra familia.
JAJAJA me encantaron los peores vestidos! Más arriba había visto una foto de Jota y dije en voz alta «Que se puso?».
Los amo, chicos! Intento leer a otros viajeros pero ustedes me pueden (después esta Titin, que me hace matar de risa con sus relatos desopilantes). Sus artículos son muy completos y su manera de escribir me atrapa de principio a fin. Espero su segundo libro, eh! Se acuerdan de que hace un tiempito mandaron un ejemplar a Queenstown? Era para mi! Y saben donde estoy ahora? En Georgetown! Recien llegada después de miles de horas en tren desde Chiang Mai (después me gustaría contarles de mi experiencia en el santuario Bees, al cual llegue gracias a su recomendación) parando en Bangkok por unas y retomando hasta el sur de Tailandia para después tomarme oooootro tren a Butterworth (no me gustan los aviones, se nota?). Y si, como no iba a venir a Malasia después de que me lo vendieran tanto en sus artículos!? Solo me había quedado sin leer este.
Debo admitir que Bangkok no me gusto mucho, pero hubo algo que le jugo en contra: fue el lugar al que aterrice justo después de dejar Nueva Zelanda luego de dos años viviendo ahí.. estaba tan triste que sumado al calor de la ciudad.. como no iba a odiar Bkk? Je! Bueno pero la cosa es que a pesar del viajezon, ni bien llegue a Malasia me sentí super cómoda. Hombres y mujeres me veían caminando con la mochila a cuestas y me sonreían e incluso me ayudaban si me notaban perdida y, algo super tranqutilizador, hasta ahora no me cruce a ninguno que no supiera inglés!
Mañana voy a pasear por Little India, tomar el bus gratis que recorre ciertos puntos de la ciudad y voy a ir al lugar vegetariano que recomendaron en otro artículo. Quisiera ir a este templo también pero pareciera que esta medio escondido no? No lo veo en las imágenes de Google maps. Ah! Otra cosa que les quería contar.. hoy fui a comer a un restaurante italiano (ya se ya se, que hago yendo a un lugar italiano estando en Penang?? Fue error de principiante que vio menú vegetariano y se sentó de una) y el encargado me ofreció trabajar por unas horas a cambio de free accommodation y comida. Más allá de que al principio me re cope y que incluso me mostro el lugar y se supone que sería para mi sola pero que no dejo de preguntarme que tan así será (encima son indios y después de vivir dos años en NZ rodeada de indios, me quedo una mala espina con muchos de ellos),debo admitir que en ese momento me sentí muy marcopolica!! Quede con el en que lo pensaría.
En fin chicos, quería compartirles esto porque estar en Malasia hoy y dedicarle un mes entero tiene mucho que ver con ustedes (y con el hecho de que no me gustan los aeropuertos y por eso descarte Indonesia en este viaje) No se prescupen que no los voy a culpar si tengo alguna mala experiencia.. no se sientan presionados!! Ja ja
Abrazo enorme,
Nadia
Nadia, grossa!!! De Queenstown a Georgetown, buen título jaja. Tremendo viaje en tren hiciste!
Cómo que qué me puse?? Es mi look sikh improvisado con toda la onda! jajaja. Bueeeeno, es lo que tenía a mano, nos agarraron desprevenidos.
Qué bueno que nos hiciste caso con las recomendaciones de Malasia. Es que la queremos tanto que le hacemos publicidad. Mirá que así empezamos con unos amigos españoles que estaban en Tailandia y no pensaban ir a Malasia, pero les insistimos tanto que terminaron yendo. Qué pasó? Les gustó tanto que consiguieron un trabajo y se terminaron quedando tres años!
Restaurante italiano con encargado indio? Qué mezcla jaja. Bueno, con lo del trabajo, lo mejor que podés hacer es seguir tu intuición. Nosotros también trabajamos con indios y entendemos que te de mala espina. Si querés quedarte en Georgetown quizás te conviene preguntar en los hostels o mandar mails.
El templo sikh está sobre Gurdwara rd, es una calle bastante transitada, lo vas a ver. Ahí actualizamos el itinerario, pero acá te paso el link al mapa: https://www.google.com.ar/maps/place/Wadda+Gurdwara/@5.4104101,100.32806,17z/data=!4m5!3m4!1s0x0:0x872c48b92471e810!8m2!3d5.4107023!4d100.3277519?hl=en
Si no vas a este templo, no te pierdas el de Melaka (mmmmm, cómo extrañamos la comida!!!). Ah, y por favor avisanos si el bus gratis de Georgetown sigue funcionando!
Le mandamos saludos a Titín de tu parte, que no está tan loca como parece jajaja.
Abrazo grande y comé mucho por nosotros!!!
Hola, te queria preguntar como te comunicas con la gente porque dudo que sepan ingles y aunque obviamente podes hacerte entender en pequeñas cosas no entiendo como les pudiste preguntar algo como «A que hora empieza la ceremonia»
Hola Ivan!
Aunque quizás te sorprenda, generalmente los sikhs hablan inglés fluido, y más aún en Malasia, donde se le da mucha importancia al inglés. La mayoría de la gente que tuvo educación habla lo suficiente como para poder comunicarse.
Qué cosa más bellaaa, me enamoré de la religión, del relato, de las fotos, la comida y de ustedes también, me hicieron reír con su auto-premiación a los peor vestidos hahaha. Sería súper emocionante poder asistir a un evento así, y más de forma tan inesperada como les pasó! Qué bonito! Justo ayer estaba caminando por el centro de mi ciudad (Mérida, México) con dos chicas americanas de Couchsurfing, y pasamos por una iglesia en la que iba a haber una vida, y las chicas se pusieron súper emocionadas a fimlarlo todo, se me hizo adorable haha, pero creo que en definitiva es una parte bonita de cualquier cultura. No me ha tocado asistir a una boda extranjera, lamentablemente, pero ojalá eso cambie pronto.
Muchos saludos y gracias por posts como éste.
Estar viajando y mostrar interés te lleva a situaciones como esta, en la que preguntas algo o te ven sacando fotos y te invitan a compartir el festejo, aunque desde ya que hay culturas más abiertas que otras.
Si viajás por Asia seguramente te invitarán a alguna celebración!
Hola chicos! soy uruguaya y querìa contarles que mi hija se fue a la India con la intenciòn de recorrerla haciendo voluntariados. Pero resulta que en su primer parada que fue en un colegio, conociò a un chico Sij y en dos meses ya decidieron casarse!!!!! Se casan el 20 de noviembre y con vuestro relato vivì por adelantado todo lo que ella va a hacer, realmente muy bueno, me encantò y hasta me emocionò ver las fotos, porque en ellas veia a mi hija. Dia a dia whatsapp por medio me voy enterando de detalles de la ceremonia, saben que cuando entregan las tarjetas de invitaciòn tambièn le dan a la persona una caja de dulces? La casa donde van a vivir le pintan la fachada de colores. Buenìsima su experiencia, gracias por el lindo relato. Saludos desde Uruguay!
Hola Silvia, ¿cómo estás?
Las vueltas de la vida y del viaje… le deseamos lo mejor a tu hija en su nueva etapa 🙂
Muchas gracias! Como decìa Juan Luis Guerra: la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida
Copado! ! Quiero esta misma experiencia el año que viene por el sudeste asiático. Gracias por toda la información y la forma de escribir que tienen me hacen reír mucho y me están ayudando un montón a organizarlo. Sigan así! Saludos desde Rosario, Argentina.
Hola Vero, qué bueno que la info te está resultando útil!
Muchos éxitos en tu viaje 🙂
Justo ahora estoy siendo invitada a una boda Sikh, Gracias por compartir su experiencia. Que bonito todo ! Ahora ya tengo una idea ?
¡Qué bueno! Después contanos cómo te fue 🙂
¡Saludos!
Que bueno chicos!! Nosotros preparando viaje a Malasia y también pasamos por Penang. Espero tener suerte como vosotros. Ya una vez nos paso cuando estuvimos recorriendo Bali en moto en un guesthouse la dueña nos invitó a casamiento de su hijo. Una experiencia inolvidable. Comida típica y las bailarinas Balinesas bailando con ellas jeej.
Y gracias por el blog siempre dais info muy útil. Saludos
Qué linda experiencia!!!!
Los mejores éxitos 🙂 Abrazo!
Quiero ir a la india a un retiro de meditación y sanación del alma. Como puedo ir preparando mi viaje y hay guías para nosotros q somos nuevos en esto.
Hola Betty! Te recomiendo los retiros de Vipassana que están en todo el mundo. Podés consultarlos en: https://www.dhamma.org/es
[…] Mi gran casamiento Sikh […]
Hola chicooos!! Me encanta leerlos. Me divierten mucho. Este año me voy para Asía (al sudeste) con mi novio. De a poco afloja con el tema de viajar… En ingeniero y bueno, ya saben que son medio cuadraditos por no decir que son un cubo. Estoy tan feliiiiiz y ustedes acompañan mi ansiedad. Espero poder tener la oportunidad de vivir alguna boda jajajaa sea cual sea la religión. Les mando un beso gigante a ambos y sólo quiero decir que el turbante de Jota se llevó todos los premios hajajaaja un beso grande chicos!!!
Juli Riera 🙂
Hola Juli! jajajaja te gusta el turbante de Jota? Tiene toda la onda! jaja
Qué bueno que te vas para el Sudeste! Bodas hay todo el tiempo, así que seguramente veas una. Estate atenta los fines de semana, caminá por las calles, y si ves una, acercate despacito que seguramente te inviten a pasar!
Muchos éxitos!!
Que genios y que creatividad que tiene para narrar todo, te lleva a ese sitio.
Saludos desde Lanús y sigan contandonos de éstas historias de vida.
Muchas gracias por la buena onda, Pablo!!
Abrazo grande desde Corea hasta Lanús!
Buenas marcopoleros,
Estamos de viaje por Asia y ahora estamos en Melaka, podríais decirnos que días y a que horas se puede ir a comer al templo sikh de little india?
Como buenos conocedores de la ciudad, alguna recomendación de sitios para comer con presupuesto mochilero o lugar para visitar no turístico? Ayer vimos los murales que hay en el lado del río 🙂
Gracias por vuestras recomendaciones y enhorabuena por vuestro blog
Hola! En el posteo de nuestro itinerario hay varias recomendaciones de lugares para visitar y comer bien barato en Melaka https://marcandoelpolo.com/guia-itinerario-viaje-malasia-peninsula/. En cuanto al Templo Sikh, pueden ir para el almuerzo (entre las 12 y 1pm) y cena (entre las 19 y 21).
Saludos!
Gracias Pablo por tus palabras. Estamos seguros de que la hospitalidad existe en todo el mundo, esperamos que cada vez seamos más demostrando que se puede eliminar fronteras.
Abrazo!
Buenisimo su blog y su proyecto! los felicito 🙂 sigan hacia adelante!
Excelente post chicos. Me transportaron a la fiesta con sus relatos. Sigan «Eliminando Fronteras» por el mundo,este proyecto suyo algún día sera usado como ejemplo de hospitalidad mundial.
Yo también tuve la suerte de participar de un casamiento en la India, en Pushkar! Participar significo, preguntar si podíamos entrar porque nunca fuimos invitados, obvio que nos llamo la atención y como las oportunidades son únicas, ahí estuvimos. Algo que no voy a olvidar en mi vida! Nos hicieron sentir que no había ni idioma, ni cultura, ni religión que nos impedía compartir un momento único para todos, eso es lo que rescato de la experiencia, y de lo que aprendo haciendo lo que mas me gusta..
Hola Maria!! Qué buena experiencia!!!
Es increible la cantidad de cosas que se aprenden viajando… y pensar que muchos piensan que sólo en la universidad se aprende!!
Te mandamos un abrazo grande!
Saludos!
Los viajes siguen sorprendiendo. Nosotros tuvimos la suerte de ser invitados a un casamiento en Agra, India y claro, también en ojotas y sandalias. Un abrazo desde Nepal.
Hola chicos!! siiii, viajando uno nunca sabe lo que puede traer elm siguiente día.
Sigan disfrutando y coman muchos momos!!!!
jaja, vamos una falda de pañuelo!? está bueno, doble uso a las cosas, pero Dani está bien, como que la peor vestida?
Que bueno conocer ésta religión, los había visto, pero no sabía lo que eran, que rica la comida! me encantó, también siempre tengo que andar preguntando, tiene carne?
Que les vaya bien chicos!
Hola Evelyn!! jajaja lo importante es siempre poder adaptarse a las situaciones del viaje. Por más cosas con doble uso!! 🙂 jajaja
Muchas gracias por la buena onda, besos!
Que increible el casamiento!! yo quiero uno asi tambien. Cuantos colores, muy distinto a los de mi pais (Colombia). Muy divertida la eleccion del mejor y peor vestido 🙂
Saludos y sigan escribiendo que me encanta leerlos.
Catalina
Hola Cata!! Muchas gracias por las buenas vibras!!!!
Te mandamos un abrazo grande 🙂
No sean tan duros, no siempre se puede estar preparado para una boda sikh.
Me encanta que incluyan el sehgmento «fashion police». A este sitio no le falta nada.
La verdad es que estábamos MUY poco preparados jajaja, pero con algo de imaginación intentamos camuflarnos, aunque al ser los únicos extranjeros no pasamos muy desapercibidos.
excelente post, como los disfruto! genios
Hola chicos… que bueno! Me encantó este relato, además como estamos es fase de preparacion de viaje a India justo hoy estuvimos leyendo sobre los sikh 🙂 Ojalá tengamos la suerte de participar a unas bodas así! Y de peor vestidos nada… el turbante-pollera es lo más, así que premio para el más original, y la Dany está guapetona como siempre! Besazo pareja!!! Lety & Rober
Gracias por defender mi turbante-pollera jaja!! no estaré como el novio, pero tampoco desentoné tanto. Creo que si me compro la daga, me dejo la barba larga y me pongo el calzoncillo sikh, ya paso como uno de ellos en cualquier parte.
Baccioni grandi!!