No hay mejor clase de geografía que planear un viaje. Si es a dedo vale doble, porque el estudio de las rutas será mucho más profundo. Antes de entrar en territorio «stan» se nos hacía imposible recordar cuál era cuál. Hasta me compré un cuaderno con Asia central en la tapa para tenerlos siempre a mano.
Kazajistán fue nuestra puerta de entrada a la región, con distancias gigantes y un desierto interminable. Kirguistán es el de las montañas infinitas. Tayikistán es donde la hospitalidad persa nos dejó sin palabras, como en Irán (y también donde pasamos casi tanto tiempo en el baño como en la ruta). Y Uzbekistán… el de policías corruptos y atractivos de folleto turístico.
¡Con ustedes… Uzbekistán!
¿Por qué el de policías corruptos? Bueno, digamos que tienen mala fama en toda la región, pero habíamos leído tan malos comentarios sobre los uzbecos que no pudimos evitar llegar con algunos preconceptos. Ni llegamos a cruzar la frontera para confirmarlos.
Uzbekistán fue el primer país al que entramos con ganas de irnos. Nunca pensamos que podíamos llegar a despertar tal sensación en nuestro interior, pero un cruce de frontera más que complicado lo logró.
Los militares nos separaron, vaciaron nuestras mochilas, revisaron y cuestionaron cada una de las cosas que teníamos. Como si esto fuera poco, nos prendieron las computadoras y se pusieron a mirar fotos y videos, sospechosamente dándole especial importancia a las mías con amigas.
– And why this? And this… why?- decían con cada uno de los archivos que teníamos. No importaba mucho nuestra respuesta, porque eso era todo lo que podían decir en inglés.
Una vez que pudimos guardar todo -a todo esto ya habían pasado dos horas-, nos encerraron en un cuarto para palparnos y nos hicieron todas las preguntas que pudieron con la barrera idiomática de por medio. Motivos para que pensaran que éramos traficantes no les dimos, pero era evidente que buscaban enojarnos para tener alguna excusa válida para pedirnos plata, algo común de estos personajes nefastos.
Fueron un par de horas tensas, pero mantuvimos la calma (y la sonrisa) y seguimos viaje. Entramos a Uzbekistán con ganas de irnos, pero cuando nos alejamos de los de verde todo lo que encontramos fue auténtica hospitalidad.
Uzbekistán -como el resto de los «stán» que visitamos- es uno de los 15 nuevos países que se formaron con la caída de la Unión Soviética en 1991. Son países para los que la independencia no fue una elección sino una obligación, y todavía están aprendiendo a aceptar su emancipación, aunque todavía no lograron soltar la mano de mamá Rusia.

Así quedó el mundo después de la caída de la Unión Soviética
¿Buenos vecinos?
Nadie quiere a los uzbecos. Ni los tayikos, ni los kirguises, ni los kazacos. Suponemos que los turkmenos tampoco, pero no lo pudimos comprobar porque nos negaron la visa para Turkmenistán (no, todavía no pudimos superarlo).
El tema con Kazajistán es que compiten por la supremacía de Asia Central. Con Kirguistán, el mayor problema viene por los límites del valle de Fergana. Como siempre, las fronteras haciendo de las suyas. Después de la caída de la Unión Soviética, no hubo acuerdo sobre cómo dividir esa zona. La situación se fue poniendo cada vez más tensa hasta terminar en la «Masacre de Andijan» en el 2005. Sí, hace diez años nada más…
Si querés saber más sobre el tema, te recomendamos este documental (perdón, está en inglés):
Aunque la relación con todos sus hermanos sea bastante tensa, hay uno de los vecinos con el que realmente se agarran de los pelos: Tayikistán. ¿El motivo? Algo tan simple como el hecho de que Uzbekistán tenga ahora dentro de su territorio a Samarcanda y Bukara, ciudades que cultural y étnicamente fueron (y son) territorio tayiko. A pesar de estar actualmente en Uzbekistán, el tayiko sigue siendo el idioma que se usa por esos pagos.
Tayikistán quiere que Uzbekistán se las devuelva, y a cambio le darían dos ciudades de su país, pero la oferta no es para nada tentadora, así que los uzbecos ni pasados en vodka aceptarían el pedido. No son dos ciudades cualquiera, son la perla de Asia Central y lo que hace que Uzbekistán sea el país más visitado de la región.
Pero te tenemos que contar un secreto: ninguna de estas joyas arquitectónicas nos pudo seducir tanto como la hospitalidad y calidez de los tayikos. Así que perdón Uzbekistán, no queremos echar más leña al fuego, pero Tayikistán es nuestro país preferido en Asia Central…

No se ponga así, señora. No era para tanto…
Borat también odia a Uzbekistán…
¿En qué hablan?
Pa ruski panimayete?
¿Entendés ruso? Esta fue una de las preguntas que más nos hicieron durante nuestro viaje por Uzbekistán. Es que a pesar de que el uzbeco es el idioma oficial, todos pueden hablar ruso. De hecho es el idioma que prefiere usar la gran mayoría.
El tayiko, como te contamos antes, se habla en Samarcanda y Bukara, pero no es un idioma oficial. ¿Cómo van a permitir los uzbecos tener el tayiko como idioma oficial? Sería admitir que esas ciudades no le pertenecen.
Otro idioma oficial es el karakalpak. ¿No lo conocés? Es el que se habla en la República de Karakalpakstan. No te preocupes si te confundimos más, en un ratito vas a entenderlo todo…
Mochileros millonarios
En Uzbekistán, cualquier operación en la que haya dinero de por medio parece una de esas escenas de películas donde el mafioso va con el maletín lleno de plata.
Es que el billete más grande que está en circulación es de 1.000 SOM (menos de USD 0.25), así que cuando cambiás USD 100 te dan tooooodos estos papelitos. Nadie usa billetera: la mejor forma de llevarlos es en una bolsa.
Hace unos años entró en cirulación el billete de 5000 SOM (poco más de USD 1), pero es muuuy difícil conseguirlo.
No te pierdas «Presupuesto para viajar a Ubekistán: ¿Apto para mohileros?«
¿Por qué lo visitan?
Creemos que no hace falta aclararlo después de todas las fotos que les fuimos compartiendo. Sí, Uzbekistán es el «stan» que más atractivos turísticos tiene. Sus fotos decoran los folletos turísticos de las agencias de viajes europeas, y eso se ve en las calles de las tres ciudades más visitadas, que fueron puntos clave durante la Ruta de la Seda: Samarcanda, Bukara y Khiva.
Alguien nos comentó hace un tiempo que seguramente fue lo que más nos gustó de nuestro viaje por Asia Central. La respuesta es que no.
No nos malinterpreten; nos fascinó su arquitectura y nos enamoramos de su combinación de colores, pero como siempre decimos, para nosotros los atractivos humanos son más fuertes que los turísticos. Por más que estas ciudades sean hermosas, le faltó el condimento humano que podemos encontrar allá donde todos nos dicen que no hay nada.
Cultivando oro blanco
Quizás, la tela de la ropa que tenés puesta ahora mismo tiene algo que ver con Uzbekistán. Creías que no, pero lo más probable es que esté más conectada de lo que pensás.
«En Septiembre tengo que ir a juntar algodón, pero no voy a ir. Como ciudadano uzbeco es mi deber ir todos los años, pero yo también tengo mi trabajo y cosas que hacer, así que voy a pagar una coima y alguien lo hará por mí»
Estas fueron las palabras de Akram, quien nos levantó cuando hacíamos dedo camino a Khiva. Como todo, los deberes ciudadanos también se arreglan con dinero en Uzbekistán, pero en un país donde mucha gente cobra sólo USD 50 por mes, no todos tienen esa posibilidad.
Ni hablar de los nenes en edad escolar, que tienen que ir con sus compañeros y maestros a trabajar como esclavos durante dos meses. Sin sueldo, vale aclarar.
Así es como se mantiene la economía uzbeka, llenando los bolsillos de unos pocos a costa del trabajo forzado de sus habitantes (estudiantes y empleados del gobierno). Los dueños de los campos no pueden cambiar a otro cultivo más rentable y menos dañino para la tierra: algodón siempre algodón, que después deben vender a una fracción del valor real al gobierno, quien lo exporta a precios disparatados.
Como si esto no alcanzara, el cultivo del algodón se cobró al Mar Aral. Supo ser el cuarto lago más grande del mundo, pero hoy está a punto de desaparecer.
¿Cuál es el límite? Parece no existir.
No te pierdas este video que explica en 7 minutos la realidad que te estamos mostrando. Pedimos disculpas de antemano porque está en inglés, pero las imágenes igualmente merecen ser vistas.
No te pierdas «Destruyendo nuestro planera: Cómo secar el Mar Aral en 40 años«
República de Karakalpakstan
Aunque parezca imposible de pronunciar, después de repetirlo varias veces te va a salir sin morderte la lengua: KA-RA-KAL-PAK-STAN.
Bueno, es parte de Uzbekistán, es verdad, pero es una república autónoma y ni se te ocurra decirle a los karakalpaks que estás en Uzbekistán!
Cuando nos preguntaban hace cuanto que estábamos viajando, les decíamos «hace tres semanas que estamos en Uzbekistán». Las caras se transformaban: «No, this is not Uzbekistan, this is Karakalpakstan«.
Aunque tienen un gobierno autónomo, y un amor a su tierra digno de admirar, los karakalpaks la tienen difícil; la mayor parte de su territorio es desierto, y su principal fuente de ingresos -el Mar Aral- se secó hace rato, dejando no sólo miles de personas sin trabajo sino también cambiando el clima de la zona y dejando el camino libre para las enfermedades.

En Nukus, capital de Karakalpakstan, nos estaba esperando Davlet y su familia.
¿Musulmanski?
El gobierno tira, pero el pueblo empuja.
Oficilamente, Uzbekistán es un país laico, pero las estadisticas muestran lo contrario: el 90% de los uzbecos son musulmanes. O dicen serlo, aunque confiesan que no siguen las reglas al pie de la letra, cosa que pudimos comprobar al viajar durante ramadán y ver que MUY pocos ayunaban.
Las mezquitas están casi vacías, incluso los viernes, y en las horas del rezo hay infiltrados del gobierno para asegurarse que el mulá no disfame al Estado. Además, las mezquitas tienen prohibido hacer el azan (llamado a la oración).
El gobierno no quiere saber nada con Alá, porque creen que demasiado Corán puede abrir el camino para los grupos extremistas.
Vodka + plov + pan: alimentos sagrados para los uzbecos

El adorado plov

El plov: carne, ajo, zanahoria, arroz y aceite (MUCHO aceite)
Si hay algo que no hace que Asia Central se destaque en el mundo es la comida. Aunque ellos lleven al plov, la delicia nacional, a un status quasi sagrado, nuestra experiencia testifica que no hay otra comida en Asia que nos haya cansado tanto como ésta. Es que la combinación de carne, escasos vegetales, arroz y aceite hacen que después de comerlo te quede la boca brillante como si te hubieras terminado de pintar los labios. Ni hablar cuando le pedimos sin carne, que parecía como si fuera un insulto.
Ya vamos a hacer un posteo excusivo contando todos los detalles de la comida en Asia Central, sólo les queremos adelantar que en cinco meses de viaje por la zona no aprendimos a decir «delicioso» en ninguno de los idiomas.
Pero… el pan merece un capítulo aparte. Es sagrado y le sobran los motivos.
No hay comida en Asia Central que no esté acompañada por el pan. Después de testearlo en todas sus variantes por la región, tenemos que darle el premio «Trigo de Oro» a Uzbekistán (aplausos por favor).
Es la combinación perfecta de harina, levadura y agua, pero la clave está en el horno de barro; cualquier masa que pongas en el tandoor sale crocante por fuera y tierna por dentro. Nunca te va a decepcionar.
Pero no todo lo que brilla es oro: si el pan está reluciente es porque lo embadurnaron con una capa de aceite. ¡¡¡Basta, Uzbekistán, con el aceite!!!

Sellos para decorar el pan
Alfombras voladoras, manteles, fundas de almohadones, tazas, teteras, carteras, camisolas, condimentos… son muchas las cosas que uno se puede llevar de Uzbekistán pero, sin dudas, el mejor souvenir es el «chekich«, estos sellos para decorar el pan tan característicos de la zona.

Un día a la semana, las mujeres de la familia hornean el pan.
Vodka que has de beber
Los rusos lo trajeros, y ellos se encariñaron tanto con el punch del vodka que lo adoptaron con cariño. En los casamientos o durante ramadán; el brindis nunca se hace esperar y no hay chance de tomar chut chut (poquito). Si el vaso está vacío, te van a servir más. La clave para cuando querés decir «basta» es dejar el vaso lleno.
Esto es lo que pasa cuando quienes te están llevando a dedo frenan a almorzar durante tres horas al costado de la ruta (quedense tranquilos que el conductor no tomó ni una gota):
Vinimos a Uzbekistán en el momento equivocado: la temperatura promedio fue de 45°C, con varios días pasados los 50°C. En un viaje largo, caer a cada país en el mejor momento es imposible. Fue cuando pudimos viajar evitando el durísimo invierno (creenos que es peor que estas temperaturas).
Llegamos con ganas de irnos. Lo que atrae a todos los turistas a este país no nos impresionó, pero después de recorrerlo durante un mes, agradecemos haber podido conocer una cultura de la que casi nada sabíamos, de eliminar las fronteras mentales que nos separan y de llevarnos otra experiencia más… esos regalos invaluables que nos dan los viajes.
¿Planeando un viaje por Asia Central? No te pierdas todos los posteos y consejos mochileros de Kazajistán, Kirguistán, Tayikistán y Uzbekistán.
Perdón por mi ignorancia¿los uzbekos son los asiáticos o los iranios?
Hola, Nora.
Los uzbekos son un grupo étnico de raíces turcas, como los kirguises, turkmenos y kazajos. Los tayikos sí son un pueblo iranio, como los persas. Por otro lado, son asiáticos quienes nacen en el continente asiático.
La tensión con Tayikistán no era Kirguistán?
La tensión entre Uzbekistán y Tayikistán es por estas ciudades históricas que mencionamos. Entre Tayikistán y Kirguistán es por problemas de la delimitación de la frontera en la zona del Valle de Fergana, que tiene mucha incidencia en la distribución de recursos naturales como el agua.
Saludos mochileros!
Hace tiempo que no escribo un laaargo post por estos pagos, así que hoy os ha tocado, ya que tuve la suerte de pasarme unos días en este maravilloso país. Espero que os sea útil.
Lo cierto es que muchas cosas han cambiado en Uzbekistán desde que nuestro amigo Karimov dejó de fumar, pero vayamos por partes:
Visado:
Para los ciudadanos de la UE ya no es necesaria la carta de invitación. Rellenar el formulario en la web puede parecer algo confuso, así que os dejo cómo lo hice yo para no confundiros. En Londres se tarda aproximadamente una semana y se entregan los documentos en persona:
En Number of Entries tened en cuenta que cada entrada extra añade $10 al coste del visado.
En Duration of Stay, aunque pongáis menos, la visa os la dan durante 30 días.
Purpose of Visit (in detail): Tourism: Aquí añadí algunas ciudades que pretendía visitar.
Inviting Party: Not applicable (recordad que ya no es necesaria una carta de invitación).
Address in Uzbekistan: Aquí puse un hotel cualquiera, ya que no tenía una reserva cuando apliqué y tampoco me la pidieron.
Previous Visits to Uzbekistan: None (en mi caso)
Accompanied Persons: 0
Occupation: Aquí hay que escoger de una lista muy escasa, yo escogí «Temporarily not working», tened en cuenta que en ciertos consulados os podrían llegar a pedir incluso una carta de conformidad de vuestro jefe para viajar, y a nosotros nos gusta evitar ese papeleo tan innecesario ¿Verdad?
Pero no olvidéis que si vivís por ejemplo en Dubái, tendréis un sello precioso en el pasaporte que dice que estáis trabajando, así que tened ojo a la hora de rellenar este campo y sed consecuentes.
Place of Work (Study) and Position: Not applicable (en mi caso).
Work (Study) Address and Phone: Not applicable (en mi caso).
Home Address,Phone and E-mail: Aquí lo que corresponda.
Uno de los requisitos es el siguiente: Passport photocopy. (ALL pages including blank).
NO es necesario fotocopiar todo el pasaporte, sólo la página con vuestros datos y las páginas con sellos de entrada/salida que tengáis.
Hay que aplicar en persona en el consulado. Se rumorea que habrá un sistema de e-visa a partir de julio de 2018, pero de momento eso no ha sido confirmado.
Llegando a Uzbekistán:
No más preguntas ridículas, no más registros de maletas, no más esperas interminables, si lleváis menos de 2000USD encima NO tenéis que declarar ni rellenar nada en la entrada/salida del país. Simplemente os sellan el pasaporte y bienvenidos.
Tipo cambiario: Más o menos 10000 SOM = 1€ durante mi estancia. Por cierto, ahora podéis cambiar divisas en los hoteles con vuestro recibo sin problemas y al cambio real (el mismo que manejaba el mercado negro). Evitad el mercado negro, ya que os van a estafar.
Lo único a tener en cuenta es que los cajeros no dispensan SOM con tarjetas extranjeras, os darán USD que luego podéis cambiar en las casas de cambio.
Creo que en los bancos es igual, pero los locales me dijeron que el mejor tipo cambiario está en los hoteles, así que no pisé un banco.
Los billetes más grandes ahora son de 50000 SOM = 5€
Moviéndonos por el país:
El metro en Tashkent es muy bueno y barato (1200 SOM).
En esta parte del mundo todo el mundo es un taxi andante, así que si hacéis dedo no tardarán mucho en parar. Precio de un viaje medio/corto en la ciudad: 5000 SOM
Precio desde el centro de Tashkent al aeropuerto: 10000-15000 SOM como máximo.
Los vuelos internos con Uzbekistan Airways tienen precios razonables, así que si no tenéis mucho tiempo puede ser un buen medio para visitar lo más básico:
Si queréis volar a Bujara pero los precios son desorbitados o no hay billetes, podéis volar a Navoi y desde allí ir en taxi compartido a la ciudad. Sobre una hora de viaje y unos 50-60000 SOM por persona.
El mejor medio de transporte en el país es sin duda el tren de alta velocidad (Talgo) que conecta las principales ciudades, están muy orgullosos de él, es cómodo, rápido y con precios bastante buenos. No tratéis de comprar el billete online, a día de hoy la web no funciona, y los horarios no son totalmente de fiar. Id a la estación y hacedlo en persona. Precio del tren de Bujara a Samarkand: 42000 SOM.
Si queréis volver desde Samarkand a Tashkent en taxi, éstos están aparcados junto a la salida del observatorio de Samarkand (por cierto, ni os molestéis en pagar la entrada para ver el observatorio, no merece la pena en absoluto). Precio del taxi a Tashkent: 50000 SOM/persona.
¡La comida!
Sí, como mencionan Jota y Dani, aquí todo lleva aceite como para engrasar un transatlántico, y más vale que os guste la carne porque prácticamente todo la tiene, incluso el desayuno. Así que hasta los que somos muy carnívoros como yo nos acabamos cansando, pero como toda la comida aquí es natural, lo cierto es que está buena.
El Shashlik es una especie de pincho a la brasa de cordero. Está en todas partes, pero los mejores se comen en Bujara y el valle de Fergana. Hay otra variante, Farsh (de carne picada, especias y mezclado con pan), no tan bueno en mi opinión, pero el de Fergana es el más destacado.
El mejor Osh (Ош)/Plov con cordero que he probado es el de la Чайхана Нº 1, en Rishtan (Fergana). Buenísimo pero bastante pesado, y si necesitáis WiFi, la clave es 11223344
En Tashkent podéis comerlo en el Plov Center, junto a la torre de telecomunicaciones. No es el mejor, pero es barato, local y muy típico, además tienen diferentes variedades:
(1 Guards Colonel Khodjaev Street, Tashkent, Uzbekistán)
El mejor de Tashkent lo probé en un pequeño restaurante/ hotel llamado Гостиница Самарканд. Por desgracia no tengo la dirección.
En la cadena de restaurantes Anhor podéis probar muchas de las cosas típicas del país, para mí destaca una sopa llamada Лагман (Lagman), los fideos los hacen a mano en el restaurante a la vista de todos ¡Qué recuerdos del sudeste!
La mejor miel que he probado en mi vida es la de algodón, aquí se puede conseguir fácilmente en cualquier mercado. Combinadla con el pan plano local y… Mmm placer adulto.
Como notas finales destaca el hecho de que ya no es obligatorio ir a trabajar gratis a los campos de algodón para los locales (finalmente un poco de sentido común), y también es probable que oigáis la llamada a la oración, ya que vuelve a estar permitida.
¡Negociadlo todo! Los precios que os dejo para los taxis son siempre tras regatear, hablo un poco de ruso, quizás por eso me resultó algo más fácil, pero no os dejéis estafar.
En esta parte del mundo Yandex Maps funciona muchísimo mejor que Google Maps para encontrar cualquier cosa.
La palabra más importante que debéis aprender es «кайф» (kaif), que significa el disfrute del placer y de la vida. Aquí se aplica a rajatabla.
Santa paciencia si habéis llegado hasta aquí abajo. Un saludo!
Genial, Andrés, como siempre. Otra joya de información que compartís.
Coincidimos 100% en que los lagman son de lo mejor de la gastronomía uzbeca, aunque un buen plov también tiene su mérito. Lo de la miel nos sorprende, ¡tendríamos que haberlo sabido antes! Pero más nos sorprende lo del llamado a la oración, porque cuando fuimos nosotros hace no tanto tiempo parecía bastante lejano. El trabajo en los campos, por lo que nos contaron, para los que viven en las principales ciudades no era obligatorio, pero sí en zonas rurales. No sabemos si seguirá siendo así o ahora ya no lo es para nadie.
A este enorme aporte que hiciste le vamos a sacar el jugo en una nueva serie de guías de Asia Central que estamos planeando.
¡Gracias y buenas rutas!
Hola! leí este post hace tiempo pero lo volví a leer otra vez. La verdad me siento identificado con casi todo lo que cuentan de Asia Central. Sus textos no solo fueron útiles para mi viaje a Asia Central sino que me sorprendió lo precisas que pueden ser sus descripciones pues experimenté mucho de lo que cuentan y llegué a mas o menos las mismas conclusiones.
Personalmente Uzbekistán fue el país que me menos me gustó de Asia Central en términos del contacto humano. No encontré la calidez que sentí en Kazakstán, Kirguistan o Tajikistan. Tampoco me llamaron la atención las ciudades, ni las costumbres ni su estilo de vida, nada! Obviamente que la cuestión histórica y arquitectónica es algo maravilloso.
Ademas de eso, quería compartir con ustedes un articulo que escribí sobre UZ. Me gustaría saber su opinión sobre un tema en particular: a mi me preguntaban todo el tiempo sobre el salario promedio de Argentina y sobre cosas relacionadas con el dinero.
Me hablaban tanto del tema dinero que realmente me harté. Les pasó algo así en UZ???
Hola Pablo!
En nuestra experiencia nos sentimos más cómodos en Tayikistán y Kirguistán, pero tampoco podemos quejarnos de la gente de Uzbekistán. La incomodidad que muchas veces tuvimos al viajar a dedo por la cantidad de preguntas que nos hacían, la entendimos porque ese es el mensaje que bajan desde más arriba, con la cantidad de controles y desconfianza infundada hacia los turistas extranjeros que no van en tours.
Preguntas relacionadas al dinero nos hicieron, y hubo situaciones molestas, especialmente viajando a dedo, pero nunca comparable con Irán, que a pesar de esta curiosidad sobre el nivel de vida y economía de otros países que a nosotros puede ponernos muy incómodos, es por lejos el país con la gente más hospitalaria que hayamos conocido.
Lo que a nosotros sí nos hartó fueron los estúpidos controles en la frontera, tratando a los extranjeros como si fueran traficantes. En ningún otro país vivimos una situación tan frustrante.
Saludos!
Wow me dan tantas ganas de ir a recorrer todos esos lugares
Siempre los leo chicos y todo todo es muy interesante !!! Está bueno desasnarnos un poco de
vez en cuando.Gracias por compartir sus experiencias!! Saludos!!
Muchas gracias, Susana, por estar siempre del otro lado! Abrazo desde Armenia!
Chicos saben que los sigo hace años pero este es uno de los post que lei con mas atención y sorpresa, quizás porque realmente de ese país lo unico que sabía es que Borat lo menciona. El sudeste con tanto mochilero de paso por Australia y Nueva Zelanda como que siempre tenés algun amigo que estuvo ahi y te cuenta… sin embargo de los «stan» nada… es como que en el imaginario parece que toda la ex urss hubiera desaparecido (Salvo Rusia obviamente, y Ucrania por los conflictos de los ultimos años). Así que gracias, realmente, porque siento que de alguna manera viajé a través de sus relatos y sus fotos.
Cari, grossa! Es verdad que Borat, por más que se le puedan criticar muchas cosas, en parte puso a los stanes en el mapa e hizo que mucha gente se interesara en saber más de ellos.
Esperamos que sigas viajando con nosotros!