Viajando por el mundo siempre nos encontraremos con situaciones curiosas, llamativas para nuestras costumbres. Esas situaciones que nos gusta contarles a todos para hacerles comprender cuán lejos estuvimos de casa o para sorprenderlos con nuestro enriquecimiento cultural. Lo más probable es que pasado el viaje nos olvidemos el nombre de ese pueblito que tanto nos gustó, del monte que subimos o cómo se decía hola en el idioma local. Pero difícilmente se nos borren estos recuerdos, son los que le dan color a nuestras anécdotas y seguiremos repitiendo cada vez que nos pregunten sobre ese viaje que hicimos hace años.
Como dirían nuestros amigos españoles, esto es lo que nos dejó flipando en colores en Myanmar:
En otro país los dentistas tendrían trabajo de sobra, pero en Myanmar nadie parece preocuparse demasiado por la salud bucal, y mucho menos por la estética. Lo primero que vas a notar apenas pises el país y preguntes una dirección, son los dientes teñidos de rojo intenso del simpático señor que te responde. “Quizás acaba de comer unos fideos con tuco y por eso tiene los dientes así”, pensás. Con el intercambio de saludos y sonrisas notás que todos comieron fideos con tuco, o que alguna explicación más lógica tiene que tener. Mientras caminás ves que el piso está pintado de salpicaduras rojas. ¿Sangre? Tampoco.
Los puestos callejeros que ves vendiendo unos rollitos de hojas tienen la explicación. El paquetito está hecho con hojas de betel y adentro tiene pedacitos de nuez de areca (palmera tropical), una especie de pegamento que parece la plasticola que usabas en la escuela y otros ingredientes mágicos. Los birmanos mascan esto todo el día, en especial los camioneros o trabajadores que tienen que mantenerse activos durante largas horas laborales, ya que funciona como estimulante. El betel es adictivo y provoca cáncer bucal, pero no viene con ninguna foto morbosa como los paquetes de cigarrillos. Después de un tiempo en el país vas a identificar el olor de los puestitos cuando te estés acercando a uno, y alrededor vas a ver el arte callejero de las escupidas. Si te tentaste, podés comprar tres por K 100 (USD 0,10).
No, no llegaste justo para un festival donde las mujeres y nenes se pintan la cara de amarillo. Tampoco son la hinchada de algún equipo de fútbol que se pintaron para ir a la cancha. Ese “maquillaje” se llama tanaka. Es una especie de protector solar completamente natural, que se obtiene raspando el tronco de un árbol llamado tanaka y mezclándolo con agua hasta formar una pasta. Lo usan casi todas las mujeres que pasan mucho tiempo al sol, los nenes y algún que otro hombre que quiere cuidar su piel. También es un indicador de estatus social, ya que lo usan las trabajadoras rurales, de la construcción, vendedoras ambulantes, etc. Para los ricachones es “re grasa” usar tanaka. Si vas a un mercado y ves un puesto vendiendo troncos, ¡no son para comer, es para hacer tanaka!
Con una larga carrera de 4 meses como delivery boy en una heladería de Palermo, les puedo decir que nada me daba más bronca que llevar un pedido y tener que subir hasta el décimo piso para entregarlo. Bueno, en realidad me daba más bronca que no me dejaran propina, porque con mis 17 años lo único que quería era ahorrar unos pesos para irme de vacaciones con mis amigos. Pero eso de que me hagan subir también me molestaba… “¿¡Por qué no bajás vos, que estás tirado en el sofá mirando una película con tu novia mientras yo estoy repartiendo helados a las 11 de la noche!?, me daban ganas de decirles. Creo que tendría que haber sido delivery en Yangón, donde a una mente brillante se le ocurrió colgar una soga desde su balcón hasta la vereda con una bolsa o un broche para no tener que bajar a buscar lo que le traían y no hacer subir a nadie. Este genial invento sumó adeptos y hoy las sogas cuelgan desde muchos balcones de la ciudad, como pueden ver en la foto y en el video del final.
¿Moda, costumbre, comodidad?… ni ellas saben por qué se dejan el peine en el pelo, pero es otra marca característica de las mujeres birmanas. Tal vez sea más práctico que usar una gomita, así que si estás en la duda podrías hacer la prueba en Myanmar, total nadie se va a reír de vos.
Vos llevás tu mochila de 60 litros en la espalda con cara de “no veo la hora de tirarla al río” y por al lado pasa una chica con una bolsa de arena en la cabeza. “Mmmmhh, tal vez ésa sea la técnica”, pensás. Entonces te cargás la mochila en la cabeza, pero se te cae y por poco te disloca un vértebra del cuello. Después pasa una señora con la bolsa de las compras, otra con un paquetito de arroz y uno con un cono de helado (bueno, con este exageramos un poco). Cuando ves que todo lo que tienen que transportar, por más liviano que sea, se lo cargan en la cabeza, es que notás que ya no es una cuestión de comodidad sino de costumbre. Al verte, todos se van a sorprender del esfuerzo inhumano que hacés al llevar tanto peso en la espalda. “Si sólo usaras la cabeza…”
En Myanmar siguen el dicho al pie de la letra. Hasta en las zonas más remotas del país vas a encontrar unos cuencos en la calle tapados por un plato y un vaso. Si te agarra sed seguro que vas a estar cerca de uno, eso sí, queda bajo tu propio riesgo el confiar de este agua y la limpieza de los vasos del que todos toman. Algunos parece que no los limpian hace varios años porque tienen hasta musgo y plantas crecidas. Si no te animás al cuenco podés probar con los bidones que hay en la puerta de muchos negocios o los tanques de los templos. Hacele un bien al medio ambiente y a tu bolsillo. Nosotros tomamos durante un mes de estos dos últimos y tuvimos una sola cagadera, así que te lo recomendamos casi por completo.
Todas las mañanas, los monjes de cada monasterio del país salen a la calle en busca de las ofrendas de la gente, quienes les dan comida o plata para sumar méritos durante su vida y tener más posibilidades de una feliz reencarnación.
Todas las noches, varios monjes se juntan en las casas de té hasta altas horas, fuman, comen carne, se apasionan con los partidos de fútbol de la tele y revisan los números que jugaron en la lotería. La gente vé todo esto, pero nadie se cuestiona a dónde está yendo la plata de sus donaciones. Parece que en Myanmar las enseñanzas de Siddharta Gautama son tomadas con un poco más de libertad que en otros lugares. Pero cuidado, que estos monjes pueden parecer truchos pero no lo son, o al menos para la gente no. Buscando aprovecharse de los desprevenidos, andan dando vueltas varios monjes truchos, y con trucho no alcanza con gastarse las donaciones en cigarrillos y lotería, sino que estos ni siquiera viven en un monasterio. Si le das una ofrenda a éstos vas a restar varios puntos de los que venías sumando.
Cuenta la historia que a un dictador llamado Ne Win, que gobernó Myanmar durante 26 años, una tarde cualquiera, mientras se sacaba la cera de la oreja, se le ocurrió que manejar por el carril izquierdo era un símbolo del pasado colonial británico y que había que cambiarlo de un día para el otro. Nadie podía contradecir al General, así que fueron para adelante con la idea por más de que todos los autos tuvieran el volante a la derecha. El problema más grande empezó cuando un auto quiso pasar a otro, pero el conductor no veía si venía alguien por el otro carril. “¿Qué hacemos General?, los choques aumentaron, los conductores no ven lo que pasa en el otro carril”, le dijo uno. “No sean exagerados, que lleven un acompañante y listo”, propuso Ne Win. Y así están, sólo los pocos autos modernos tienen el volante a la izquierda. El resto, que lleve un acompañante.
El mismo Ne Win, aparte de chauvinista, también era un tipo muy supersticioso. Un día, mientras a escondidas miraba una película de John Wayne, sus astrólogos y numerólogos le dijeron que su número de la suerte era el 9. Siguiendo la señal, en Septiembre del ’86 el General cambió la moneda del momento. No más billetes de 50 o 100, desde hoy todos vamos a usar los nuevos de 45 (4+5=9) y 90 (9+0). Sumados a la genial idea del año anterior de poner en circulación el billete de 75 porque esos eran los años que cumplía. No sólo que volvió locos a todos cuando tenían que dar un vuelto, sino que además los billetes que se usaban hasta ese momento perdieron todo su valor y no se le permitió cambiarlos a nadie. Así la gente se empobreció de un día para el otro porque se quedó con plata inservible, el mercado negro creció y Myanmar fue declarado el país menos desarrollado del mundo en el ’87.
Mirás para un lado y ves una pagoda dorada y resplandeciente. Mirás para el otro, y ves otra pagoda dorada y resplandeciente. En la esquina hay otra y en tu camino a Shwedagon Pagoda, la más importante de todas, pasás por adelante de varias pagodas más. A la primera que ves le sacás doscientas fotos, pero tu entusiasmo va disminuyendo a medida que las vas incorporando a tu paisaje diario. Por si no te había quedado claro, el eslogan en el mapa que agarraste dice “Welcome to the country of Golden Pagodas”. Hasta en el mínimo asentamiento, por más que no haya una escuela o agua potable, habrá una pagoda bien visible. Muchas de ellas son mandadas a construir por ricos que quieren limpiar sus malos actos y no comprometer su karma, no sea cosa que vayan a reencarnar en campesino. Según creen, no hay nada tan malo que no se pueda solucionar con una linda pagoda. Así que cuando estés sacándole fotos a una, pensá que pudo haber sido construida con plata sucia.
Pagodas y más pagodas
“¿Qué es eso de los jeans?, los verdaderos machos birmanos usamos pollera.” Pero no es una pollera cualquiera, se llaman longyi y es una tela larga, de unos dos metros aproximadamente, que se la enroscan en la cintura sin hacerle ningún nudo. Al igual que la tanaka, el longyi también nos da una pauta del estatus económico de una persona. Es muy raro que veas a alguien de clasa alta usándola, pero como estos son los menos, la mayoría de los hombres del país van a andar muy frescos con su pollera. Si se arma el picadito de chinlone (juego en el que se pasan una pelota de ratán sin usar las manos tratando de que no toque el piso) se la suben hasta la cola de una manera muy sexy.
Te estás por sentar a tomar algo en ese puesto que se llena, pero las sillas son demasiado bajitas. Buscás una para el tamaño promedio de un adulto, pero no hay ninguna. Mirás a la casa de té de enfrente, y lo mismo, todos los hombres están sentados en sillitas que parecen sacadas de un jardín de infantes. No le encontrás explicación, pero es que tampoco tiene ninguna lógica. El birmano promedio no mide 1 metro, pero en las casas de té, y sólo en ellas, las mesas y sillas están diseñadas para que se te duerman las piernas después de un rato. ¿O será para que no te quedes una hora sentado sin consumir nada? Si es así, con nosotros no funcionó. No te pierdas los aprendizajes que nos dejaron estas instituciones del país en el posteo Todo lo que sé sobre Myanmar lo aprendí en la casa de té.
Puede sonar raro en cualquier parte del mundo, pero si un birmano te dice que no tiene apellido, creele, no está ocultando nada. Todos los nombres son personales y no hay apellidos. Cuando un birmano viaja al exterior, tiene que usar alguno de sus nombres como tal.
¿Cómo reconocer un nombre birmano? Todos tienen entre una y cuatro letras, no más. Antes del nombre se le agrega un título, que va cambiando de acuerdo a la edad, U (tío) para un hombre adulto; Daw (tía) para una mujer adulta: Ko (hermano mayor) para un adulto joven; Maung (hermano menor) para los adolescentes o jóvenes; Bo para referirse a un militar y Bogyoke es el título de mayor importancia, que se les da a los líderes militares. Los nombres de las mujeres muchas veces se repiten, como podría ser Suu Suu Mi.
Para eso no vas a tener que encontrar el valle de Shangri-La entre los Himalayas. Alcanza con ir a Myanmar y tomarte una Spirulina, la cerveza de la destilería Mandalay que, según ellos, te va a devolver el pelo y borrar las arrugas. No podrías haber encontrado una excusa mejor para emborracharte, bajate varios litros de Spirulina y… “Feel young forever!”
Hablando enserio, la Spirulina es un alga de lago que según dicen ayuda a reducir el colesterol y bajar la presión sanguínea. El extracto del alga se usa como ingrediente de la cerveza. No sé si parezco de 15, pero yo me tomé un porrón y no despreciaría otro.
Entonces, repasemos. Si querés parecer un verdadero birmano vas a tener que despertarte para darle ofrendas a los monjes, empastarte la cara con tanaka hasta parecer un mimo con hepatitis, mascar betel hasta que lo dientes te queden bien rojos, usar longyi que te los vas subir muy sensualmente cuando jugás un chinlone, pasar varias horas en la casa de té hasta que se te duerman las piernas y, a la noche, mirar un partido de la Premier League con una Spirulina en la mano. Si sos mujer, podés pasar lo del betel, pero no te olvides del peine en la cabeza.
Por todo esto y mucho más, Myanmar es uno de los países en el que más curioseamos. Si ya esuviste y otras cosas te llamaron la atención, contanos en los comentarios.
Con 19 y 21 años emprendimos un viaje que creímos sería de tres meses, pero se convirtió en nuestro estilo de vida. Diez años más tarde, seguimos descubriendo los rincones más remotos del mundo para eliminar la frontera más peligrosa: la que nosotros mismos creamos.
Más sobre nosotrosUn viaje a dedo de 47.000 kilómetros uniendo Asia de punta a punta durante tres años, desde Filipinas hasta Turquía, para descubrir lo que los medios eligen no mostrar.
Inspirados en los mensajes que nos llegan pidiéndonos un empujón para salir de viaje largo, creamos este libro para que pases de la motivación a la acción.
Gran Post, muy bien logrado.
Felicitaciones ✌?
Chicos me encantó su post. Estuve hace un par de meses durante una semana en Inle Lake, Bagan y Yangón y vinimos encantados.
Para mí lo mejor es la hospitalidad, y que se desvivían porque estuvieramos cómodos.
La verdad que este no fue un viaje mochilero como el que hice a Tailandia. Más bien fue un mochilero deluxe, con las limitaciones de lo que pueden ofrecer allí.
Les invito a conocer mi experiencia en https://rodandocaminos.com/asia/myanmar-birmania/. Estaré muy agradecida de sus comentarios.
Nuestro segundo día en Myanmar y el primer día que uso el longhi ese…si ayer fui El Centro de atención de la cuidad por mis pantalones de tenis cortitos hoy por cómo llevaba el longhi! Jajajaja! Que risas! Todo el mundo mirando y riéndose…ya me dijeron en el hotel que es porque voy ‘very cute’ jajajaja
jajaja no importa cómo te vistas, siempre un extranjero es el centro de la atención, y más todavía cuando hace algo que no esperan, como usar longyi. Deciles a los del hotel que te enseñen cómo ponértelo, porque tiene una técnica milenaria de enroscado jaja.
Abrazo!
Gracias por el artículo! Acabo de llegar a Myanmar y acabáis de responder mis mayores dudas!
A ver si me pierdo un poco por le país y hablo con sus gentes!
Un saludo
Buen viaje!!
Estando en Mandalay, contratamos un taxi para que nos llevará a Bayon. Cuando llegó el taxista con un acompañante me dio mala espina, pues íbamos mi hija y yo, pero cuando vi que el sentido de los vehículos con volante a la derecha, era contrario, me comencé a preocupar y hasta entonces entendí la razón del acompañante
jaja si, tal cual!!!!
Abrazo grande y esperamos que hayas disfrutado del viaje con tu hija 🙂
Me encanto la manera en que escribieron este post!! me gusta su humor blanco 🙂 y bueno obvio que por los consejos! los sigo hace meses y me han ayudado infinito! Saludos desde Chile
Hola Cata, ¿cómo andás? Muchas gracias por el mensaje 🙂
Saludos!!
Yo lo de la tanaka no lo entiendo la verdad..protegerse de que sol?…habiendo vivido allí durante casi un año, en el que buena parte está nubladísimo (el monzón es eterno y dura de Junio hasta Noviembre), luego el poco rato de sol van con paraguas y las casas son oscurísimas por dentro..es que parece que tienen aversión vampírica al sol!
Pues es protector solar y para los mosquitos. A mí me resolvió el dos en uno. Porque es bastante asqueroso untarte la cara con tanto químico.
También fui en epoca de monzón y aún así me quemé por el sol. Es dificil taparse cuando vas con una moto.
Gracias por acompañarme en mi viaje a Myanmar!! Todo muy cierto y me sacaron la Duda de la pasta Amarilla, justamente hoy pense: sera protector solar? Porque una nena me miraba cuando me ponia y me pregunto si era para el Sol, le Dije si y me dijo yo tambien tengo, y se señalo la cara pintada!
¡Qué lindo!
Nos alegra mucho que te hayas sacado esa duda. Buen viaje!
¡Me encantó el post!¡Verdaderamente genial!Lo de la soga debe ser internacional, mi abuela lo hacía con nosotros y mi madre lo sigue haciendo. También lo ví en mi viaje a Cuba, jaja, siempre me hace gracia ver a alguien utilizando mi mismo sistema de «mini-montacargas» familiar…
Interesante post y muy cierto. Algo que también me llamo mucho la atención son los grupos de gente en las carreteras (a la entrada de un pueblo) recolectando donaciones para el templo. Para mi uno de los paises del Sudeste Asiatico con mas fe religiosa.
Un saludo!
Sí, en Tailandia también hay mucha gente recolectando donaciones, pero no tanta como en Myanmar.
Saludos y éxitos con la web, ya la estuvimos mirando!!
Hola chicos, justo mañana salimos de Myanmar y como nos reimos con el post! Saludos!
súper útil 😉
super interesante chicos!!
no me canso de leerlos, algún día voy a conocer todos estos lugares.
éxitos y sigan contando historias..
Me encantó esta nueva entrada!! Espero que les siga yendo bien y sigo leyendo todo el rato!!!!!!!! Un abrazo 🙂
Muchas gracias Jeannette!!!!!! Abrazo grande!
Cuando sea grande quiero ser como ustedes, que son lo máximo.
jajajaja che, que no somos tan grandes, y mucho menos lo máximo!!
Es que para mi uno es grande cuando elige vivir la vida que siempre ha soñado. Dejar de lado «lo que hay que hacer» para ir detrás de lo que te hace feliz te hace crecer de verdad. Así que ustedes son grandes, decididamente.
Gracias Lu por tus hermosas palabras!
Yo tambien bebia de los bidones de agua, hasta que un dia tras haber bebido 2 vasos ya, vi como una cucaracha estaba de natacion sincronizada dentro…. A partir de ahi miraba ese agua con otros ojos… Jeje
Nosotros a la de los cuencos la dejamos pasar, pero los bidones nos acompañaron todo el viaje. Si la cucaracha no pasa por la canilla se puede tomar igual jajaja.
Abrazo Oscar!