Si tuviésemos que definir al sudeste asiático en una palabra, creemos que sería “religión”. Camboya no sería lo mismo sin los Templos de Angkor; Laos no sería igual sin los dorados atardeceres en el Mekong; ni Tailandia, simplemente, sería Tailandia sin todas las stupas espiraladas que le dan dramatismo al paisaje del país.
Indonesia, como ya les contamos en otros posteos, es la nación con más devotos de la palabra de Alá en todo el mundo. Entonces… ¿cómo puede ser que Borobudur, el templo budista más grande aún en pie, haya sido construído en la tierra de las mezquitas y encima sea una de las atracciones más visitadas del país, tanto por extranjeros como por locales?
Viajemos juntos… viajemos en el tiempo (¿nunca soñaste con viajar a alguna época en particular?). Te invitamos a sentirte McFly por un rato y subir a la máquina del tiempo marcopólica para transportarte con nosotros al año 825 d.C. Qué raro está todo, ¿no? No te preocupes, nosotros tampoco entendemos una palabra de lo que están hablando, pero eso no importa ahora. No hacen falta palabras cuando lo que vamos a ver nos va a dejar boquiabiertos. Vení, no te quedes atrás. Sabemos que tenés calor y que hay mucha humedad, no olvides que llegamos a Java. ¿Qué son esos ruidos? Vamos, no sea cosa que nos perdamos los festejos de la inauguración de Borobudur.
El poblado se inundó de monjes que vinieron desde todos los rincones del país para presenciar tal evento. El clima festivo se siente en el ambiente, y los peregrinos se sientan en rondas para comer en comunidad. Ya vamos a tener tiempo de sentarnos a comer con ellos, pero ahora no podemos. Ya casi llegamos…
Wow, el templo budista más grande del mundo acaba de ser terminado. Recordá que estamos en el 825 d.C… viajamos 1188 años en el pasado. Las principales catedrales europeas todavía ni siquiera fueron planeadas y faltan 300 años para que los templos de Angkor sean construidos. Esos que están descansando a la sombra del bambú son los obreros, todavía cansados después de los interminables días de trabajo en los que tuvieron que transportar hasta el medio de la selva todos los materiales sin los elementos modernos que tenemos ahora. Fueron 75 años de construcción, muchos de ellos son los nietos de los que pusieron las primeras piedras. Imponente… ¿no?
¿Notaste el diseño? Nada está hecho al azar, sino que fue meticulosamente planeado. Nos gustaría subir a un globo aerostático para que lo vieras, pero todavía falta mucho para que los hermanos Montgolfier aparezcan con este invento. Así que te lo explicamos desde abajo… ¿ves que la base es cuadrada, pero los pisos superiores son redondos? Eso es porque tiene la forma de una mándala budista, el símbolo espitirual del budismo e hinduísmo que representa al universo. Al mismo tiempo, representa la cosmología y la naturaleza de la mente.
Seguramente te estarás preguntando qué son esas «campanas» que tanto caracterizan al templo. Cada una de ellas es una stupa, y dentro tienen una imagen de Buda tallada en piedra. Sí, adentro de cada una. En total hay más de 500 imágenes de Buda en el templo. A primera vista todas parecen iguales pero difieren en pequeños detalles o en la posición de sus manos.
Como si el proceso de construcción no hubiese sido lo suficientemente complejo, una vez que quedó terminado se tallaron más de 2500 bajorrelieves in situ. Mirar detalladamente cada uno de ellos es como abrir un libro de historia, ya que más de la mitad fueron creadas a modo de narración, mientras el resto son decorativas.
Nadie sabe bien qué pasó, pero Borobudur quedó abandonado poco después de su inauguración. ¿Habrá sido en el 900 d.C. o en el 1100 d.C? Nadie tiene la certeza, pero fue en ese período. La hipótesis por la que la mayoría se inclina es la seguidilla de erupciones volcánicas que sucedieron entre el año 928 y 1006 y obligaron a la población a trasladarse a Java del Este, aunque otros creen que los templos fueron abandonados en el Siglo XV cuando el Islam pasó a ser la religión principal del país.
Ahora vamos a subir al ascensor marcopólico y pedirle que nos lleve al año 1814. Permiso, nosotros bajamos acá… hasta luego. ¿Estamos en el mismo lugar que hace un rato? ¿Qué pasó acá? ¿Dónde está Borobudur? ¿Por qué hablan inglés?
Java estuvo bajo la administración británica entre el 1811 y 1816. El mando lo tenía Stamford Raffles. Sí, el mismo que fundó Singapur (ya te vamos a contar más cuando lleguen los posteos de este país). Este señor estaba muy interesado en la historia de Java (claro, al menos tenía que conocer el lugar que estaba conquistando) y le informaron que había un «monumento grande» perdido entre la jungla. Según parece, intentó descubrirlo por sí mismo, pero al ver lo duro que era tener que sumergirse en la selva con el calor y los mosquitos que predominan en esta isla decidió pedirle a un ingeniero holandés llamado Cornelius que encontrara el templo. «Por supuesto, señor Raffles», respondió Cornelius, y junto a otros 200 hombres estuvieron trabajando en la selva, buscando entre la vegetación y la ceniza volcánica alguna señal que los acercara al templo. Dos meses más tarde le llevaron a Raffles un mapa dibujado con la ubicación y lo que habían encontrado. Como pasa con la mayoría de las cosas, los créditos del descubrimiento se los llevó Raffles.
Vení, dejémoslos trabajar tranquilos, tienen mucha historia que desenterrar aún. Subamos a esa escalera mecánica, creo que nos lleva al año 1882.
Noooooo, no podemos creer lo que estamos escuchando. Borobudur va a ser desmantelado y sus piezas serán repartidas en los museos del mundo. ¿No se dan cuenta que cuando las cosas se sacan de su contexto original pierden valor? Nos dan ganas de ponernos en el medio de la muchedumbre con un megáfono para hacerle entender a esta gente que lo están planeando es una locura, pero estamos en la máquina del tiempo y sólo somos espectadores de la historia.
A ver… acerquémonos a ese grupito, parece que están hablando del tema. «Creo que va a ser mejor restaurar Borobudur. Va a ser un trabajo duro, pero creo que va a ser lo mejor», comenta uno. Menos mal… ¡qué pecado hubiese sido!
La restauración fue lenta igualmente, vamos a ver el proceso en cámara rápida. Avisanos si querés que frenemos en algún momento en particular. Entre 1900 y 1960 se llevaron a cabo varios proyectos de restauración, pero ninguno tuvo el presupuesto suficiente como para dejar al templo en óptimas condiciones, y pocos años después de terminar cada proyecto, el templo comenzaba a deteriorarse nuevamente. Fue recién en 1975 -casi mil años después de su abandono- cuando se llevó a cabo un plan maestro para restaurarlo completamente. Cuando la restauración fue terminada en 1991, UNESCO declaró a Borobudur Patrimonio de la Humanidad.
Subamos otra vez a la escalera mecánica, nos va a llevar hasta el día de hoy. Las cosas no cambiaron tanto, ¿no? Parece mentira que después de más de mil años, ningún otro templo lo haya destronado de su papel de “templo budista más grande del mundo”. Hasta podemos sentir el mismo apogeo del momento que fue inaugurado si venimos el día de luna llena de Mayo/Junio cuando se celebra el cumpleaños de Buda, festival conocido como Vesak. Vienen monjes de todos los rincones de Indonesia (y del sudeste asiático en general) al gran evento.
El templo volvió a tener el esplendor que tenía en sus años dorados, pero está bajo constante amenaza por los volcanes activos que lo rodean y los constantes terremotos que sacuden la zona. Todos culpan a la madre naturaleza por los daños del templo, pero se olvidan que nosotros somos la especie más peligrosa. No pudimos evitar acercarnos a un guía que estaba tocando todos los bajorrelieves al guiarlos, invitando a sus pasajeros a hacer lo mismo. «Los motivos eróticos se pueden encontrar…» explicaba el guía mientras pasaba su mano por los milenarios tallados. Tal vez lo hacía para aprovechar a tocar los senos desnudos de la sirviente del rey, pero sus explicaciones estaban desgastando tal objeto de deseo. «Disculpá, pero estás dañando los bajorrelieves, como guía deberías saberlo». «Oh yes, yes… OK» nos dice el guía sorprendido, ante la sonrisa de quienes lo escuchaban.
Borobudur es uno de esos regalos del pasado que, como tantos otros, fueron olvidados por muchos años y perdidos entre la vegetación. Con el paso del tiempo se van descubriendo más y más lugares como éste que nos dejan sin palabras. ¿Cuál será el próximo en descubrirse?¿Estará cubierto por vegetación? ¿Estará enterrado? ¿Estará bajo el agua? No lo sabemos. De lo que sí estamos seguros es de que hay mucha historia por ahí esperando ser descubierta y que con nuestros actos de hoy estamos construyendo la historia de mañana, que quién sabe… quizás será desenterrada dentro de mil años.
Si querés conocer más acerca del budismo, no te pierdas el posteo «Budismo, lo mínimo que deberías saber».
Con 19 y 21 años emprendimos un viaje que creímos sería de tres meses, pero se convirtió en nuestro estilo de vida. Diez años más tarde, seguimos descubriendo los rincones más remotos del mundo para eliminar la frontera más peligrosa: la que nosotros mismos creamos.
Más sobre nosotrosUn viaje a dedo de 47.000 kilómetros uniendo Asia de punta a punta durante tres años, desde Filipinas hasta Turquía, para descubrir lo que los medios eligen no mostrar.
Inspirados en los mensajes que nos llegan pidiéndonos un empujón para salir de viaje largo, creamos este libro para que pases de la motivación a la acción.
Muy buen artículo para motivarme todavía más en mi viaje por Indonesia. Se que no es su país preferido, pero igualmente me agarran unas ganas locas de estar ahí con cada historia que leo!
Gracias por la reseña histórica, por el entusiasmo de cada narración y por recorrer esos rincones que no se si alguna vez pisaré, pero que no dejo de disfrutar a través de ustedes.
Muy buena entrada, este veranos en nuestro viaje por Asia esperamos pasar por ahí, nos hace mucha ilusión esperamos poder llegar hasta él.
Un fuerte abrazo!
Claro que sí, Borobudur es un lugar mágico… hasta que llegan los estudiantes de inglés y no te dejan caminar dos pasos sin frenarte para practicar!! jajaja. Abrazos y buenas rutas!
Hermoso Borobudur, junto con Ankor mis lugares preferidos del Sudeste. Ahora estoy en Camboya, vuelvo a Tailandia en unos días y después Malasia y Singapur. Espero los posteos de estos países!!
Saludos!!
Wow chicos,que hermoso lugar.Desde que descubrí su blog de viajes no paro de leerlos,han despertado el viajero que estaba dormido dentro mio.Muchas gracias.Un gran abrazo.
Gracias Pablo!!!! Nos alegra mucho que se haya despertado el Pablo viajero que estaba en vida latente!! 🙂